Frases de Samuel Johnson
-
Hasta el momento es que de ser cierto que los hombres son naturalmente iguales, que no hay dos personas pueden ser de media hora juntos, pero uno debe adquirir una evidente superioridad sobre el otro.
-
La verdadera medida de un hombre es cómo trata a alguien que pueda hacerle absolutamente nada bueno.
-
No es cierto que las personas son naturalmente iguales para dos personas no pueden estar juntos, incluso para un media hora sin una adquisición de una evidente superioridad sobre el otro.
-
Lo que hace que todas las doctrinas sencillo y claro? Acerca de 200 libras al año. Y lo que se demostró cierto antes, mentirá una vez más? Doscientos más.
-
-
-
La libertad, por lo que respecta a las clases sociales inferiores de cada paÃs, es poco más que la elección entre trabajar o morirse de hambre.
-
-
-
Hay algunos hombres perezosos que son mejoradas por la bebida, ya que son las frutas que no son buenas hasta que estén podridos.
-
A fin de que todos los hombres se les enseña a decir la verdad, es necesario que todos lo mismo debe aprender a escuchar.
-
-
-
El coraje es la más grande de todas las virtudes porque, al menos que un hombre tenga esa virtud, no tiene seguridad de preservar cualquier otra.
-
Si tu determinación es firme, no te aconsejo que desesperes. Pocas cosas son imposibles de lograr con diligencia y habilidad.
-
-
-
-
-
-
-
Dejar que la amistad muera por negligencia y silencio no es ciertamente sabio. Es desechar voluntariamente uno de los mayores consuelos del cansado peregrinaje.
-
Cuando un hombre ha hecho de la celebridad algo necesario para su felicidad, la ha puesto en poder de la malignidad más débil y timorata, si no para quitarle la satisfacción, al menos para retenerla. Sus enemigos pueden complacer su orgullo con una negligencia aireada y gratificar su malicia con una neutralidad tranquila.
-
Los gobernantes están acostumbrados a escuchar más crÃmenes de los que pueden castigar, y más agravios de los que pueden reparar, se sienten cómodos con la negligencia indiscriminada, y pronto olvidan la petición cuando pierden de vista al solicitante.
-
Ninguna debilidad de la mente humana ha suscitado más frecuentemente la animadversión que la negligencia con la que los hombres pasan por alto sus propias faltas, por muy flagrantes que sean, y la facilidad con la que las perdonan, por muy repetidas que sean.
-
Cada uno debe considerarse a sà mismo como encargado no sólo de su propia conducta, sino de la de los demás; y como responsable, no sólo de los deberes que descuida, o de los crÃmenes que comete, sino de la negligencia e irregularidad que pueda fomentar o inculcar.
-
El imitador pisa un camino trillado, y con toda su diligencia sólo puede encontrar unas pocas flores o ramas no tocadas por su predecesor, los desechos del desprecio, o las omisiones de la negligencia.
-
-
Es el destino justo del perezoso y del gloton estar inactivo sin facilidad y adormecido sin tranquilidad.
-
Si su determinación es fija, no le aconsejo que se desespere. Pocas cosas son imposibles de realizar con diligencia y habilidad. Las grandes obras no se realizan con fuerza, sino con perseverancia.
-
Nunca creas los caracteres extraordinarios que escuches de la gente. Tened por seguro que son exagerados. No se ve a un hombre disparar mucho más alto que otro.
-
-
Es necesario algún deseo para mantener la vida en movimiento, y aquel cuyas necesidades reales se satisfacen debe admitir las de la fantasÃa.
-
-
-
-
El que se sobrevalora a sà mismo subestima a los demás, y el que subestima a los demás los oprime.
-
-
Un hombre es muy apto para quejarse de la ingratitud de aquellos que se han elevado por encima de él.
-
La avaricia es generalmente la última pasión de esas vidas en las que la primera parte ha sido derrochada en placer y la segunda dedicada a la ambición. El que se hunde bajo la fatiga de obtener riqueza, adormece su edad con el negocio más suave de salvarla.