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Frases de Samuel Johnson

Frases de Samuel Johnson

Es una de las figuras literarias más importantes de Inglaterra: poeta, ensayista, biógrafo, lexicógrafo, es considerado por muchos como el mejor crítico literario en idioma inglés.

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  • Hasta el momento es que de ser cierto que los hombres son naturalmente iguales, que no hay dos personas pueden ser de media hora juntos, pero uno debe adquirir una evidente superioridad sobre el otro.



  • La verdadera medida de un hombre es cómo trata a alguien que pueda hacerle absolutamente nada bueno.



  • No es cierto que las personas son naturalmente iguales para dos personas no pueden estar juntos, incluso para un media hora sin una adquisición de una evidente superioridad sobre el otro.



  • Lo que hace que todas las doctrinas sencillo y claro? Acerca de 200 libras al año. Y lo que se demostró cierto antes, mentirá una vez más? Doscientos más.



  • Hay encantos hechos sólo de admiración distante.



  • El jefe de la gloria de todos los pueblos nace de sus autores.



  • La libertad, por lo que respecta a las clases sociales inferiores de cada país, es poco más que la elección entre trabajar o morirse de hambre.



  • Licenciatura tienen conciencia, los hombres casados ​​tienen esposas.



  • Cita clásica es la libertad condicional de los literatos de todo el mundo.



  • Hay algunos hombres perezosos que son mejoradas por la bebida, ya que son las frutas que no son buenas hasta que estén podridos.



  • A fin de que todos los hombres se les enseña a decir la verdad, es necesario que todos lo mismo debe aprender a escuchar.



  • He encontrado que los hombres sean más amable de lo que esperaba, y menos justo.



  • Cuando los hombres llegan a gustar de la vida del mar, que no son aptos para vivir en la tierra.



  • El coraje es la más grande de todas las virtudes porque, al menos que un hombre tenga esa virtud, no tiene seguridad de preservar cualquier otra.



  • Si tu determinación es firme, no te aconsejo que desesperes. Pocas cosas son imposibles de lograr con diligencia y habilidad.



  • La autoestima es el primer requisito para los grandes logros.



  • La causa más frecuente de la timidez es una opinión excesiva de nuestra propia importancia.



  • Sin sobriedad nadie puede hacerse rico, y con ella muy pocos serán pobres.



  • La curiosidad es, en grandes y generosas mentes, la primera pasión y la última.



  • El hábito de ver el lado positivo de las cosas vale más que mil libras al año.



  • Hay amuletos hechos solo para una admiración lejana.



  • Dejar que la amistad muera por negligencia y silencio no es ciertamente sabio. Es desechar voluntariamente uno de los mayores consuelos del cansado peregrinaje.



  • Cuando un hombre ha hecho de la celebridad algo necesario para su felicidad, la ha puesto en poder de la malignidad más débil y timorata, si no para quitarle la satisfacción, al menos para retenerla. Sus enemigos pueden complacer su orgullo con una negligencia aireada y gratificar su malicia con una neutralidad tranquila.



  • Los gobernantes están acostumbrados a escuchar más crímenes de los que pueden castigar, y más agravios de los que pueden reparar, se sienten cómodos con la negligencia indiscriminada, y pronto olvidan la petición cuando pierden de vista al solicitante.



  • Ninguna debilidad de la mente humana ha suscitado más frecuentemente la animadversión que la negligencia con la que los hombres pasan por alto sus propias faltas, por muy flagrantes que sean, y la facilidad con la que las perdonan, por muy repetidas que sean.



  • Cada uno debe considerarse a sí mismo como encargado no sólo de su propia conducta, sino de la de los demás; y como responsable, no sólo de los deberes que descuida, o de los crímenes que comete, sino de la negligencia e irregularidad que pueda fomentar o inculcar.



  • El imitador pisa un camino trillado, y con toda su diligencia sólo puede encontrar unas pocas flores o ramas no tocadas por su predecesor, los desechos del desprecio, o las omisiones de la negligencia.



  • Nunca confíes en tu lengua cuando tu corazón está amargado.



  • Es el destino justo del perezoso y del gloton estar inactivo sin facilidad y adormecido sin tranquilidad.



  • Si su determinación es fija, no le aconsejo que se desespere. Pocas cosas son imposibles de realizar con diligencia y habilidad. Las grandes obras no se realizan con fuerza, sino con perseverancia.



  • Nunca creas los caracteres extraordinarios que escuches de la gente. Tened por seguro que son exagerados. No se ve a un hombre disparar mucho más alto que otro.



  • El que acepta protección, estipula obediencia.



  • Es necesario algún deseo para mantener la vida en movimiento, y aquel cuyas necesidades reales se satisfacen debe admitir las de la fantasía.



  • Las lágrimas a menudo se encuentran donde hay poco dolor y el dolor más profundo sin lágrimas.



  • Todo hombre desea ser sabio, y los que no pueden ser sabios casi siempre son astutos.



  • La astucia se diferencia de la sabiduría como el crepúsculo de la jornada de puertas abiertas.



  • El que se sobrevalora a sí mismo subestima a los demás, y el que subestima a los demás los oprime.



  • La vida no puede subsistir en la sociedad sino por concesiones recíprocas.



  • Un hombre es muy apto para quejarse de la ingratitud de aquellos que se han elevado por encima de él.



  • La avaricia es generalmente la última pasión de esas vidas en las que la primera parte ha sido derrochada en placer y la segunda dedicada a la ambición. El que se hunde bajo la fatiga de obtener riqueza, adormece su edad con el negocio más suave de salvarla.