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Frases de Humillación

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  • Las personas no son ridículas sino cuando quieren parecer o ser lo que no son.




  • ¿Cómo puedes esperar que alguien se convierta en una mejor persona si la avergüenzas?




  • La bajeza más vergonzosa es la adulación




  • Las vejaciones a las que sometes a los demás regresan, tarde o temprano, para torturarte.




  • Nunca fue mi estilo subirme encima del que se ha caído para parecer más alto.




  • ... No hay humillacióna que un padre no se bajepor su hijo.




  • El secreto de poner en ridículo a las personas reside en conceder talento a aquellos que no lo tienen.




  • Las gentes con el alma pequeña siempre tratan de empequeñecer a los demás.




  • A ninguno nos complace la humillación o la sumisión; el problema es saber cómo escapar de ellas.




  • Si te arrastras como gusano, no te quejes si te pisan.




  • Sólo muy raramente llegamos a consolarnos de nuestras grandes humillaciones; lo que pasa es que las olvidamos.




  • A tanto se ha extendido la opinión común en vilipendio de las mujeres, que apenas admite en ellas cosa buena.




  • Hay muy pocos que no prefieran ser odiados a ser objeto de risa.




  • Nadie imagina cuánto ingenio se requiere para no parecer nunca ridículo.




  • El miedo del ridículo detiene con frecuencia los más nobles impulsos.




  • En la corrección cuida mucho de no ruborizar ni humillar a tus alumnos.




  • Quien vive entre los deleites y los vicios ha de expiarlos luego con la humillación y la miseria.




  • Al hombre le gusta ver a su amigo humillado ante él; para la mayoría la amistad está basada en la humillación.




  • Nada tiene en si la pobreza más intolerable, que el que hace ridículos a los hombres.




  • La pobreza humilla a los hombres hasta el punto de qué se avergüenzan de sus virtudes.




  • Yo desafío a la persona más inteligente del mundo a poner en ridículo una acción verdaderamente buena.




  • Propósito bien vano sería el de pretender poner en ridículo a un hombre muy necio, pero muy rico: los que se ríen están de parte suya.




  • El ridículo deshonra más que el mismo deshonor.




  • A fuerza de desgracias, acaba uno por hacerse, ridículo.




  • El ridículo ordinariamente presenta a los hombres por sólo un lado.




  • Podía hacer frente a las críticas, pero enfrentarse al ridículo era más complicado.




  • Pero yo creo que deberías quedarte para que sepas qué se siente escupirle en la cara a tu familia.




  • Lamento que seas tan hipócrita y corrupta, que te deseo la muerte. Lamento que todos sean tan imbéciles.




  • Siglos de desprecio, humillación y sufrimiento han creado en ellos un complejo de inferioridad y un sentimiento de dañomoral jamás reparado que anida en lo profundo de sus corazones.




  • El descalificador tiene como objetivo controlar nuestra autoestima, hacernos sentir nada ante los demás, para que de esta forma él pueda brillar y ser el centro del universo.




  • La tortura es tortura y la humillación es humillación solamente si uno elige sufrir.




  • El hombre que se complace en afligir a otro su semejante no puede menos que tener un alma ruín y un corazón protervo.




  • Para trepar sobre una roca, el reptil se arrastra; el león da un salto. Para llegar al poder, el hombre reptil comienza por humillarse; el hombre león comienza por ser altivo.




  • No podemos utilizar el ataque, la crítica, incluso la sátira contra una idea, para provocar algo que humille u ofenda a los demás. Ahora, si se trata de ideas, hay que saber pararse frente aquellas que son peligrosas.




  • Los políticos son capaces de humillarse con tal de mantener su posición. Por eso son tan malvados.




  • Si fuera la patria como una madre cariñosa que da abrigo y sustento a sus hijos, si se les diera tierras y herramientas para sembrar, nadie abandonaría su patria para ir a mendigar el pan a otros países en donde se les desprecia y se les humilla.




  • La derecha tiene razón cuando se identifica a sí misma con la tranquilidad y el orden: es el orden, en efecto, de la cotidiana humillación de las mayorías, pero orden al fin: la tranquilidad de que la injusticia siga siendo injusta y el hambrehambrienta.




  • —Señor —siguió diciendo en tono solemne—, la pobreza no es un vicio: esto es una verdad incuestionable. Pero también es cierto que la embriaguez no es una virtud, cosa que lamento. Ahora bien, señor; la miseria sí que es un vicio. En la pobreza, uno conserva la nobleza de sus sentimientos innatos; en la indigencia, nadie puede conservar nada noble. Con el indigente no se emplea el bastón, sino la escoba, pues así se le humilla más, para arrojarlo de la sociedad humana. Y esto es justo, porque el indigente se ultraja a sí mismo. He aquí el origen de la embriaguez, señor.




  • El que comete un exceso, ebrio de vino, tiene el recurso de disculparse con el vino; pero quien lo comete ebrio de cólera, no tiene más recurso que la humillación.




  • Siendo mediocre, pero a fuerza de saber humillarse, se alcanza todo.