Frases de Sigmund Freud

El comportamiento de un ser humano en materia sexual es a menudo un prototipo del conjunto de sus otros modos de reacción en la vida.
La escala de tu personalidad se determina por el tamaño del problema que es capaz de sacarte de tus casillas.
La mayoría de la gente realmente no quiere la libertad, porque la libertad implica responsabilidad y la mayoría de la gente tiene miedo de la responsabilidad.
No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección de un padre.
La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.
El que ama, se hace humildeAquellos que aman, por decirlo de alguna manera, renuncian a una parte de su narcisismo.
Para mi gran asombro, descubrí un día que no era la concepción médica del sueño, sino la popular, medio arraigada aún en la superstición, la más cercana a la verdad.
Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos.
La psiquiatría es el arte de enseñar a la gente cómo mantenerse en sus propios pies mientras descansas en sofás.
Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar; quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante.
La interpretación de los sueños es el camino real al conocimiento de las actividades inconscientes de la mente.
El acto del nacimiento es la primera experiencia de ansiedad y por tanto la fuente y prototipo del afecto de la ansiedad.
La libertad del individuo no es un regalo de la civilización. Era mayor antes de haber cualquier civilización.
Un hombre que ha sido el indiscutible favorito de su madre mantiene durante su vida el sentimiento de un conquistador.
El sueño es la liberación del espíritu de la presión de la naturaleza externa, un desprendimiento del alma de las cadenas de la materia.
El precio que pagamos por nuestra avanzada civilización es una pérdida de felicidad a través de la intensificación del sentimiento de culpa.
La civilización comenzó el primer momento en que un hombre cabreado lanzó una palabra en lugar de una roca.
Cuanto más accesibles son los frutos del conocimiento, más extendido es el declive de las creencias religiosas.
En temas de sexualidad, somos actualmente, todos nosotros, enfermos o sanos, nada más que hipócritas.
Los niños son completamente egoístas; sienten sus necesidades intensamente y luchan duramente para satisfacerlas.
Las doctrinas religiosas son ilusiones que no admiten pruebas y nadie puede ser obligado a considerarlas como verdaderas o creer en ellas.
Qué progreso hemos hecho. En la Edad Media me hubieran quemado. Ahora están contentos con quemar mis libros.
La tendencia a la agresión es innata, independiente, una disposición instintiva en un hombre. Constituye un obstáculo poderoso a la cultura.
No, nuestra ciencia no es una ilusión. Pero sería una ilusión suponer que lo que la ciencia no nos puede dar lo que podemos conseguir en cualquier otra parte.
Un buen día, echando la vista atrás, se dará usted cuenta de que estos años de lucha han sido los más hermosos de su vida.
Un hombre no debería luchar por eliminar sus complejos, sino entrar en acuerdo con ellos: son legítimamente los que dirigen sus conductas en el mundo.
La civilización está permanentemente amenazada por la desintegración debido a la hostilidad primaria del hombre.
Ningún crítico es más capaz que yo de percibir claramente la desproporción que existe entre los problemas y la solución que les aporto.
La gran pregunta que nunca ha sido respondida y que no he sido capaz de responder, a pesar de mis treinta años de investigación del alma humana es, ¿qué quiere una mujer?
El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización.
La religión es una ilusión cuya fuerza deriva del modo en el que encaja con nuestros deseos instintivos.
Una religión, incluso si se llama a sí misma religión de paz, debe ser dura y despiadada con quienes no pertenecen a ella.
Las emociones no expresadas nunca morirán. Están enterradas vivas y aparecerán más tarde de peores formas.
Una civilización que deja un número muy grande de sus participantes insatisfechos y los conduce a la revuelta no tiene ni merece la perspectiva de una existencia duradera.
La civilización comenzó por primera vez cuando una persona enfadada lanzó una palabra en lugar de una piedra.
Los hombres son fuertes en tanto en cuanto representan una fuerte idea. Y pierden ese poder cuando se oponen a ella.
La tendencia a la agresión es una innata, independiente, instintiva disposición en el hombre... constituye un poderoso obstáculo a la cultura.
El Estado beligerante permite a sí mismo cada tal fechoría, cada uno de esos actos de violencia, ya que deshonraría a la persona.
Los hombres son fuertes tanto tiempo ya que representan una fuerte idea de que se conviertan en impotentes cuando se oponen a ella.
La gran pregunta que nadie ha respondido, y que no he sido capaz de responder tras treinta años de investigación del alma femenina es… ¿Qué quiere una mujer?
uando una relación amorosa está en su punto álgido, no hay cabida para el interés por el resto del mundo. Que los amantes se tengan el uno al otro es suficiente.
Las emociones no expresadas nunca mueren. Son enterradas vivas y salen más tarde en formas más feas.
Llamamos perversa a una práctica sexual cuando se ha renunciado a la meta de la reproducción y se persigue la ganancia del placer como meta autónoma.
Es una predisposición de la naturaleza humana tomar una idea que no le complace como falsa. Así es más fácil encontrar argumentos que estén en contra de esta.