Frases Oscar Wilde

Es considerado uno de los dramaturgos más destacados del Londres victoriano tardío; además, fue una celebridad de la época debido a su gran y aguzado ingenio.

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Cada uno de nosotros es su propio diablo, y hacemos de este mundo nuestro infierno.
Hoy en día la gente sabe el precio de todo y el valor de nada.
Lo que el fuego no destruye, lo endurece.
La fuerza bruta es tolerable, pero la razón bruta es insoportable.
Si no se hablara nunca de una cosa sería como si no hubiera sucedido.
Yo siempre traspaso los buenos consejos que me dan. Es para lo único que sirven.
El deber es lo que esperamos que hagan los demás.
Sólo publican memorias aquellas personas que ya han perdido totalmente la memoria.
Sentido común lo puede tener cualquiera, con tal de que no tenga imaginación.
Un hombre que no piensa en sí mismo no piensa en nada.
Formar parte de la sociedad es un fastidio, pero estar excluido de ella es una tragedia.
El drama de la vejez no consiste en ser viejo sino en haber sido joven.
Envejecer no es nada; lo terrible es seguir sintiéndose joven.
La juventud es algo tan extraordinario que en el fondo no es para niños.
Los viejos lo creen todo, los de edad media lo suponen todo, los jóvenes lo saben todo.
El rostro de un hombre es su autobiografía. El rostro de una mujer es su obra de ficción.
Lo que el arte busca perturbar es la monotonía del tipo, la esclavitud de la costumbre, la tiranía del hábito y la reducción del hombre al nivel de una máquina.
Cualquiera puede hacer historia; pero sólo un gran hombre puede escribirla.
Cualquiera puede hacer una cosa, el mérito está en hacer creer al mundo que uno lo ha hecho.
El hombre debería decir siempre mucho más de lo que pretende y pretender mucho más de lo que dice.
Imagino que se debe a que nadie soporta a las personas que tienen sus mismos defectos.
En esta vida la primera obligación es ser totalmente artificial. La segunda todavía nadie la ha encontrado.
Los sufrimientos y los amores superficiales viven largamente. A los grandes amores y sufrimientos los destruye su propia plenitud.
En los días que corren la gente sabe el precio de todo y el valor de nada.
Vivimos en una época en la que ciertas cosas innecesarias son nuestras únicas necesidades.
Los que aman sólo una vez en su vida son realmente los superficiales. Lo que llaman constancia y fidelidad podía llamarse letargia de la costumbre o falta de imaginación.
A mí dadme las cosas superfluas, que cualquiera puede tener las necesarias.
Es a través de la desobediencia y la rebelión que se ha hecho el progreso.
La desobediencia es la virtud original del hombre. Mediante la desobediencia y la rebelión se ha realizado el progreso.
La rebeldía a los ojos de todo aquel que haya leído algo de historia, es la virtud original del hombre.
Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.
La fuerza de las mujeres depende de que la psicología no puede explicarla. Los hombres pueden ser analizados; las mujeres sólo pueden ser amadas.
El descontento es el primer paso en el progreso de un hombre o de una nación.
Un cigarrillo es el arquetipo de un placer perfecto. Es exquisito y deja insatisfecho. ¿Qué más puede pedirse?
Debemos ser modestos recordando que los demás son inferiores a nosotros.
Nadie debería fiarse de una mujer que le declarara su verdadera edad. Una mujer que os dice eso, está dispuesta a deciros cualquier cosa.
Las preguntas no son indiscretas, mas a veces sí lo son las respuestas.
Nunca ha de fiarse uno de la mujer que le diga su verdadera edad. Una mujer capaz de decir esto, es capaz de decirlo todo.
Nunca son indiscretas las preguntas. Sonlo a veces las respuestas.
No hay cosa que más se parezca a la inocencia que una indiscreción.