Skip to main content

Frases Oscar Wilde

Frases Oscar Wilde

Es considerado uno de los dramaturgos más destacados del Londres victoriano tardío; además, fue una celebridad de la época debido a su gran y aguzado ingenio.

212


  • El peor vicio de un fanático es su sinceridad.



  • Si finges ser bueno, el mundo te toma muy en serio. Si finges ser malo, no lo hace. Tal es la estupidez asombrosa del optimismo.



  • No hay pecado, excepto la estupidez.



  • Puedo soportar la fuerza bruta, pero la razón bruta es bastante insoportable.



  • A los reclamos de conformidad, ningún hombre puede ceder y permanecer libre.



  • Todo hombre ambicioso tiene que luchar en este siglo para amasar fortunas. Lo que adora este siglo es la riqueza. El dios de este siglo es la riqueza. Para tener éxito uno debe tener riqueza. A toda costa uno debe tener riqueza.



  • La ambición es el germen del que procede todo crecimiento de nobleza.



  • En ocasiones como ésta, es más que un deber moral el hablar con franqueza. Es un placer.



  • ¿Es más difícil hacer algo que hablar de ello? No, en absoluto. Esto es un error vulgar de la masa. Es muy, más difícil hablar de una cosa que hacerla.



  • La ambición es el último refugio del fracaso.



  • El cinismo consiste en ver las cosas como realmente son, y no como se quiere que sean.



  • ¿Qué es un cínico? Un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada.



  • No tiene el mundo flor en la tierra alguna, ni el mar en ninguna bahía perla tal, como un niño en el regazo de su madre.



  • El secreto de la vida está en el Arte.



  • Parecer discreto vale tanto como entender una cosa, y es mucho más fácil.



  • La seriedad es el pecado original del mundo.



  • El dolor es una herida que sangra en cuanto la roza cualquier mano que no sea la del amor, y que sangra, aunque ya sin sufrir cuando esta la toca.



  • Si nosotros somos tan dados a juzgar a los demás, es debido a que temblamos por nosotros mismos.



  • Un objeto hermoso en sí mismo no sugestiona al artista, pues carece de imperfecciones.



  • Debería uno sentirse agradecido de que haya alguna culpa de la cual se nos pueda acusar justamente.



  • Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir.



  • La mayoría de las personas son otras: sus pensamientos, las opiniones de otros; su vida, una imitación; sus pasiones, una cita.



  • La educación es algo admirable, sin embargo, es bueno recordar, que nada que valga la pena se puede enseñar.



  • Se puede admitir la fuerza bruta, pero la razón bruta es insoportable.



  • Convertirse en espectador de la propia vida es salvarse de los padecimientos terrenales.



  • En este mundo sólo existen dos tragedias. Una es no conseguir lo que se quiere y la otra es conseguirlo.



  • Sólo los frívolos se conocen.



  • La indiferencia es la venganza que el mundo toma de las mediocridades.



  • El periodismo moderno justifica su existencia por el gran principio darwiniano de la supervivencia del más vulgar.



  • Es bastante difícil no ser injusto con lo que uno ama.



  • Escojo a mis amigos por su buena apariencia, a mis conocidos por su carácter y a mis enemigos por su razón.



  • Mejor ser un cohete caído que no haber resplandecido nunca.



  • Si nunca se habla de una cosa, es como si no hubiese sucedido.



  • Sólo hay una cosa en el mundo peor que estar en boca de los demás, y es no estar en boca de nadie.



  • Sólo podemos dar una opinión imparcial sobre las cosas que no nos interesan, sin duda por eso mismo las opiniones imparciales carecen de valor.



  • Ciertamente, Whistler es uno de los grandes maestros de la pintura, en mi opinión. Y he de añadir que el mismo Mr. Whisler está completamente de acuerdo con esta opinión.



  • El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, ésa es la pesadilla de la vida.



  • Las pequeñas acciones de cada día hacen o deshacen el carácter.



  • Siempre me asombro de mí mismo. Es lo único que hace la vida digna de ser vivida.



  • Señor, dame valor y fortaleza para contemplar mi cuerpo y mi corazón sin asco.