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Frases Oscar Wilde

Frases Oscar Wilde

Es considerado uno de los dramaturgos más destacados del Londres victoriano tardío; además, fue una celebridad de la época debido a su gran y aguzado ingenio.

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  • Ningún hombre es lo bastante rico como para volver a comprar su pasado.



  • El pasado de uno es lo que uno es. Es la única manera por la quel las personas deben ser juzgadas.



  • Nada puede curar el alma excepto los sentidos, igual que nada puede curar los sentidos excepto el alma.



  • Lo que los hombres llaman la sombra del cuerpo, no es la sombra del cuerpo, sino el cuerpo del alma.



  • El acto de bondad más pequeño vale más que la intención más grandiosa.



  • Perdona siempre a tus enemigos; nada los molesta tanto.



  • Y de repente, el verano colapsó en otoño.



  • La risa no es un mal comienzo para la amistad. Y está lejos de ser un mal final.



  • No es la lógica la que hace de los hombres razonables, es la ciencia de la ética la que hace buenos a los hombres.



  • Entre el optimista y el pesimista la diferencia es graciosa; el optimista ve la rosquilla, el pesimista el hoyo.



  • Cuando la libertad llega con las manos llenas de sangre, es difícil darle la mano.



  • No quiero estar a merced de mis emociones. Quiero usarlas, disfrutarlas y dominarlas.



  • El único deber que tenemos con la historia es reescribirla.



  • ¡Oh, la diversión, la diversión! ¿Qué otra cosa trae a la gente?



  • El único deber es el deber de divertirse terriblemente.



  • Es peligroso escuchar. Se corre el riesgo de que le convenzan; y un hombre que permite que le convenzan con una razón, es un ser absolutamente irracional.



  • Mientras la guerra sea considerada como mala, conservará su fascinación. Cuando sea teñida por vulgar, cesará su popularidad.



  • Mientras la guerra se considera como malos, que siempre tendrá su fascinación. Cuando es visto como vulgar, que dejará de ser popular.



  • Los placeres sencillos son el último refugio de los hombres complicados.



  • La desobediencia, a los ojos de cualquiera que haya leído la historia, es la virtud original del hombre. El progreso ha llegado por la desobediencia, por la desobediencia y la rebelión.



  • El progreso es la realización de las utopías.



  • La diferencia entre literatura y periodismo es que el periodismo es ilegible y la literatura no se lee.



  • Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve.



  • Nuestra ambición debe ser a gobernarnos a nosotros mismos, el verdadero reino de cada uno de nosotros, y el verdadero progreso es saber más, y ser más y hacer más.



  • Engañar a los demás. Eso es lo que el mundo llama un romance.



  • La democracia significa simplemente el aporreo del pueblo por el pueblo para el pueblo.



  • Haría cualquier cosa por recuperar la juventud... excepto hacer ejercicio, madrugar, o ser un miembro útil de la comunidad.



  • Los hombres se casan porque están cansados, y las mujeres, porque son curiosos, ambos son decepcionados.



  • Las mujeres nunca son desarmados por cumplidos. Los hombres siempre están. Esa es la diferencia entre los sexos.



  • La ventaja de las emociones es que nos llevan por mal camino.



  • Los niños comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta los perdonan.



  • La mejor forma de hacer buenos a los niños es hacerlos felices.



  • El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible.



  • Un hombre que no piensa por sí mismo no piensa en absoluto.



  • Experiencia es simplemente el nombre que damos a nuestros errores.



  • Una idea que no es peligrosa no es digna de ser llamada una idea en absoluto.



  • La experiencia es una cosa que no puedes conseguir por nada.



  • A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante



  • La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse



  • Las preguntas no son nunca indiscretas. Las respuestas, a veces sí