Frases de Nicolás Maquiavelo

El PrÃncipe debe hacer uso del hombre y de la bestia: astuto como un zorro para evadir las trampas y fuerte como león para espantar a los lobos.
Cuando desarmas a las personas, comienzas a ofenderlas y demuestras que desconfÃas de ellas por cobardÃa o falta de confianza, y ambas opiniones generan odio.
Los hombres deben ser tratados con generosidad o destruidos, porque toman venganza por pequeñas injurias, por las más graves no pueden.
Si tiene que hacerse una injuria a un hombre, deberÃa ser tan severa que su venganza no necesite ser temida.
La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.
Todos los Estados bien gobernados y todos los prÃncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento.
El que quiere ser tirano y no mata a Bruto y el que quiere establecer un Estado libre y no mata a los hijos de Bruto, sólo por breve tiempo conservará su obra.
En todas las cosas humanas, cuando se examinan de cerca, se demuestra que no pueden apartarse los obstáculos sin que de ellos surjan otros.
Si el partido principal, sea el pueblo, el ejército o la nobleza, que os parece más útil y más conveniente para la conservación de vuestra dignidad está corrompido, debéis seguirle el humor y disculparlo. En tal caso, la honradez y la virtud son perniciosas.
En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven.
Dios no quiere hacerlo todo, para no quitaros el libre albedrÃo y aquella parte de la gloria que os corresponde.
Que nadie provoque desórdenes en una ciudad en la ilusión de que luego podrá frenarlos a su antojo o encauzarlos según sus deseos.