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Frases de Nicolás Maquiavelo

Frases de Nicolás Maquiavelo

Fue un diplomático, funcionario, filósofo político y escritor italiano, considerado padre de la Ciencia Política moderna.

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  • Es mucho más seguro ser temido que ser amado.



  • Donde hay buena disciplina, hay orden y rara vez falta la buena fortuna.



  • Los títulos no honran a los hombres, los hombres honran los títulos.



  • Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos experimentan lo que realmente eres.



  • No hay que atacar al poder si no tienes la seguridad de destruirlo.



  • Hay que ser zorro para conocer las trampas, y león para hacer huir de los lobos.



  • El Príncipe debe hacer uso del hombre y de la bestia: astuto como un zorro para evadir las trampas y fuerte como león para espantar a los lobos.



  • Nada grande fue jamás conseguido sin peligro.



  • Cuando desarmas a las personas, comienzas a ofenderlas y demuestras que desconfías de ellas por cobardía o falta de confianza, y ambas opiniones generan odio.



  • Los hombres deben ser tratados con generosidad o destruidos, porque toman venganza por pequeñas injurias, por las más graves no pueden.



  • Si tiene que hacerse una injuria a un hombre, debería ser tan severa que su venganza no necesite ser temida.



  • Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos.



  • Vale más hacer y arrepentirse, que no hacer y arrepentirse.



  • Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.



  • La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.



  • No puede haber grandes dificultades cuando abunda la buena voluntad.



  • Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento.



  • El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo.



  • Las armas se deben reservar para el último lugar, donde y cuando los otros medios no basten.



  • El que quiere ser tirano y no mata a Bruto y el que quiere establecer un Estado libre y no mata a los hijos de Bruto, sólo por breve tiempo conservará su obra.



  • En todas las cosas humanas, cuando se examinan de cerca, se demuestra que no pueden apartarse los obstáculos sin que de ellos surjan otros.



  • Si el partido principal, sea el pueblo, el ejército o la nobleza, que os parece más útil y más conveniente para la conservación de vuestra dignidad está corrompido, debéis seguirle el humor y disculparlo. En tal caso, la honradez y la virtud son perniciosas.



  • En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven.



  • Dios no quiere hacerlo todo, para no quitaros el libre albedrío y aquella parte de la gloria que os corresponde.



  • Los hombres olvidan con mayor rapidez la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio.



  • El fin justifica los medios.



  • De vez en cuando las palabras deben servir para ocultar los hechos.



  • El vulgo se deja cautivar siempre por la apariencia y el éxito.



  • Que nadie provoque desórdenes en una ciudad en la ilusión de que luego podrá frenarlos a su antojo o encauzarlos según sus deseos.



  • Todo lo que tiende a favorecer la religión debe ser bienvenido, aun cuando se reconozca su falsedad; más aún conociendo la naturaleza humana.



  • Los hombres generalmente juzgan más por el ojo que por la mano, ya que todos pueden ver y pocos pueden sentir. Todos ven lo que pareces ser, pocos realmente saben lo que eres.



  • Dios no está dispuesto a hacer todo, y así eliminar nuestro libre albedrío y esa parte de la gloria que nos pertenece.



  • Los hombres son ingratos, frívolos, mentirosos, cobardes y codiciosos; mientras uno los trate bien lo apoyan… pero cuando uno está en peligro se vuelven contra él..



  • Ninguna empresa tiene más probabilidades de tener éxito que una oculta del enemigo hasta que esté lista su ejecución.



  • El que tolera el desorden para evitar la guerra, tiene primero el desorden y después la guerra.



  • Un hijo puede soportar con ecuanimidad la pérdida de su padre, pero la pérdida de su herencia puede hacer que se desespere.



  • La habilidad y la constancia son las armas de la debilidad.



  • No hay guerra evitando, sino que sólo se puede posponer en beneficio de los demás.



  • La guerra debe ser el único estudio de un príncipe. Se debe considerar la paz sólo como un tiempo para respirar, lo que le da placer a idear y amuebla como la capacidad de ejecutar, planes militares.



  • Los hombres se levantan de una ambición a otra: en primer lugar, tratan de asegurar a sí mismos contra los ataques, y luego atacan a otros.