Skip to main content

Frases de Nicolás Maquiavelo

Frases de Nicolás Maquiavelo

Fue un diplomático, funcionario, filósofo político y escritor italiano, considerado padre de la Ciencia Política moderna.

23


  • El primer método para la estimación de la inteligencia de un gobernante es mirar a los hombres que tiene a su alrededor.



  • Los hombres deben ser tratados con generosidad o destruidos, porque toman venganza por lesiones leves - de los pesados ​​que no pueden.



  • No se trata de títulos que los hombres de honor, pero los hombres que los títulos de honor.



  • Un retorno a los primeros principios de una república a veces es causada por las simples virtudes de un hombre. Su buen ejemplo tiene tal influencia que los hombres buenos se esfuerzan por imitarlo, y los impíos se avergüenzan de llevar una vida tan contrario a su ejemplo.



  • Los hombres son tan simples y tan dispuestos a obedecer a las necesidades inmediatas de que un impostor nunca le faltará víctimas de sus engaños.



  • Los hombres deben ya sea que se entregaban o totalmente destruidas, por si se limita a los ofenden toman venganza, pero si se lesiona ellos en gran medida no son capaces de tomar represalias, por lo que el daño hecho a un hombre debe ser tal que la venganza no puede ser temido.



  • Los hombres son tan simples y ceden tan fácilmente a los deseos del momento que el que va a engañar siempre encontrará otro que va a sufrir para ser engañado.



  • El deseo de adquirir más es sin duda una cosa muy natural y común, y cuando los hombres tienen éxito en esto siempre son elogiados en lugar de condenado. Pero cuando les falta la capacidad para hacerlo, y sin embargo quieren adquirir más a toda costa, que merecen la condena de sus errores.



  • Es necesario que el que presenta un estado y dispone de leyes que presuponer que todos los hombres son malos y que siempre van a actuar de acuerdo a la maldad de sus espíritus cada vez que tienen campo libre.



  • No son los títulos los que honran a los hombres, sino los hombres que honran los títulos.



  • La promesa dada es una necesidad del pasado. La palabra rota es una necesidad del presente.



  • Asuma siempre la incompetencia antes de buscar una conspiración.



  • Jamás persona alguna de humilde estado ha ganado gran poder sólo por medio de la fuerza, pero sí sólo con la astucia.



  • El que quiere que le obedezcan debe saber cómo comandar.



  • Cuando la voluntad es grande, las dificultades no lo son.



  • Si bien el príncipe debe persuadir al pueblo, convencerlo, también debe emplear la fuerza, porque cuando ya no le crean se le puede hacer creer por la fuerza.



  • La firme decisión demuestra que la fortuna no tiene ningún poder sobre ella.



  • Las acciones del príncipe deben tener grandeza, valor, prudencia, fortaleza y ser irrevocables.



  • Un gobernante eficaz no debe tener piedad.



  • La crueldad esta bien usada cuando se la emplea una sola vez por la necesidad de afianzar el poder y después no se repite.



  • La paz con la esclavitud es más pesada carga que la guerra con libertad.



  • Los pueblos son ricos cuando viven como pobres, y cuando nadie se preocupa de lo que le falta, sino de lo que tiene necesidad.



  • El único medio seguro de dominar una ciudad acostumbrada a vivirlibre es destruirla.



  • Las leyes no deben mirar hacia cosa ya pasada, sino proveer para las futuras.



  • El innovador se transforma en enemigo de todos los que se beneficiaban con las leyes antiguas, y no se granjea sino la amistad tibia de los que se beneficiarán con las nuevas.



  • Es connatural con los hombres soberbios y viles ser en la prosperidad insolentes y en la adversidad abyectos y humildes.



  • Los hombres que no obran bien siempre andan temiendo que otros les respondan con las acciones que las propias suyas se merecen.



  • Los hombres rara vez tienen el valor suficiente para ser o extremadamente buenos o extremadamente malos.



  • El que ayuda a otro a hacerse poderoso causa su propia ruina. Porque es natural que el que se ha vuelto poderoso recele de la misma astucia o de la misma fuerza gracias a las cuales se lo ha ayudado.



  • Nada es tan constante como lo imprevisible.