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Frases sobre la Vanidad

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  • El hombre más noble es digno pero no orgulloso; el inferior es orgulloso, pero no es digno.




  • La prueba que debemos establecer para nosotros mismos no es marchar solos, sino marchar de tal manera que los demás deseen unirse a nosotros.




  • El que se enorgullece se come a sí mismo: el orgullo es su propio vaso, su propia trompeta, su propia crónica.




  • La ignorancia, el poder y el orgullo son una mezcla mortal, ¿lo sabías?




  • El orgullo levanta la cabeza cuando todos a tu alrededor tienen la suya inclinada. El coraje es lo que te hace hacerlo.




  • El orgullo que se alimenta con la vanidad acaba en el desprecio.




  • El orgullo erige un pequeño reino y actúa como soberano en él.




  • No me importa tanto lo que soy para los demás como me importa lo que soy para mí.




  • El orgullo, como el imán, apunta constantemente a un objeto, a uno mismo; pero a diferencia del imán, no tiene un polo que atrae, el orgullo repele en todos los puntos.




  • Todos los cementerios están llenos de gente que se consideraba imprescindible.




  • El orgullo está relacionado con la opinión que tenemos de nosotros mismos; la vanidad, con lo que quisiéramos que los demás pensaran de nosotros.




  • No quiero ser arrogante pero soy un hombre increiblemente atractivo. No es que intente serlo, simplemente lo soy.




  • Si te alabas a ti mismo, serás simplemente objeto de la burla, sobre todo de los que mejor te conocen.




  • - ¿Puedo sacarte una foto?- No necesitas una foto. Sólo busca la palabraguapo en el diccionario.




  • A los muertos no les importa cómo son sus funerales. Las exequias suntuosas sirven para satisfacer la vanidad de los vivos.




  • La vanidad humana nunca se ha sentido mejor que desde que existen las redes sociales.




  • El que se alaba a sí mismo siempre encuentra quien se ría de él, lo cual no es cómico sino trágico.




  • La vanidad propia le dice al hombre qué es honor. La conciencia le enseña qué es justicia.




  • En el fondo de toda vanidad personal, las mujeres sienten siempre su impersonal desprecio por la Mujer.




  • Lo que vuelve tan penetrante al dolor causado por el deshonor o los celos es que la vanidad no puede ayudarnos a soportarlo.




  • No creo que la vanidad tenga que ver con el hecho de ser actor. Actuar es menos acerca de uno mismo y más acerca de lo que se trata de comunicar.




  • La vanidad se divierte así: nos engaña; nos ciega.




  • Los hombres cuando son buenos maridos son atrozmente aburridos, y cuando no lo son, resultan de una vanidad abominable.




  • Lo que nos hace insoportable la vanidad ajena es que hiere la propia.




  • No iría muy lejos la virtud si la vanidad no la acompañase.




  • El orgullo se resarce siempre y no pierde nada, incluso cuando renuncia a la vanidad.




  • El orgullo, que tanto alienta nuestra vanidad, nos sirve a menudo para moldearla.




  • No te mezcles en la sonora lucha y el vaivén de las gentes, para que no te contamines de locura o vanidad.




  • La vanidad saquea la dignidad.




  • Me preocupa mucho el fracaso, no sé si es por vanidad, por necesidad de afecto o por las dos cosas.




  • La vanidad del ser humano hace que le tenga mas miedo a la muerte que vivir una vida de sufrimientos.




  • Raras veces nos, equivocaremos al imputar los actos supremos a la vanidad, los mediocres a la costumbre y los inferiores a la timidez.




  • A menos que la vanidad nos haga hablar, hablamos muy poco.




  • Vano quiere decir vacío; de modo que la vanidad es tan poca cosa, que apenas puede decirse de ella cosa peor que su nombre.




  • He llegado a la firme convicción de que la vanidad es el fundamento de todo, y finalmente, que lo que llamamos conciencia no es sino la vanidad interna.




  • Entre la majestad y un hombre oscuro, no hay otra diferencia que la pompa visible.




  • Lo que verdaderamente halaga a un hombre es que se crea que merece la pena halagarle.




  • Se ve más el vicio que la virtud, porque el vicio es vanidoso y la virtudmodesta.




  • –Nada es más engañoso –dijo Darcy– que la apariencia de humildad. Normalmente no es otra cosa que falta de opinión, y a veces es una forma indirecta de vanagloriarse.




  • El estar bien informado nos impide alimentar la vanidad ajena, lo cual el buen sentido aconseja evitar.