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Frases sobre la Vanidad

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  • Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir.




  • La más segura cura para la vanidad es la soledad.




  • La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados.




  • Se dice que las mujeres son vanidosas por naturaleza; es cierto, pero les queda bien y por eso mismo nos agradan más.




  • Ciertos libros parecen haber sido escritos no para aprender de ellos sino para que se reconozca lo que sabía su autor.




  • Ningún vanidoso siente celos.




  • La vanidad hace siempre traición a nuestra prudencia y aún a nuestro interés.




  • En muchos casos hacemos por vanidad o por miedo, lo que haríamos por deber.




  • La vanidad es el amor propio al descubierto.




  • Para mí la vanidad es una dolencia tan superficial, que basta con rascarme un rato para que se me quite.




  • Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.




  • El ambicioso quiere ascender, hasta donde sus propias alas puedan levantarlo; el vanidoso cree encontrarse ya en las supremas cumbres codiciadas por los demás.




  • Vano quiere decir vacío; es tan ruin la vanidad que para afrentarla basta llamarla por su propio nombre.




  • Dios ha creado las noches que se arman de sueños y las formas del espejo para que el hombre sienta que es reflejo y vanidad.




  • Sin esa tonta vanidad que es el mostrarnos y que es de todos y de todo, no veríamos nada y no existiría nada.




  • La vanidad es la ciega propensión a considerarse como individuo no siéndolo.




  • El orgullo nos cuesta más que el hambre, la sed y el frío.




  • Las paredes del orgullo son altas y anchas. No se puede ver al otro lado.




  • Cuando el orgullo grita, es que el amor calla.




  • Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas.




  • No estoy orgulloso, pero estoy feliz; y la felicidad ciega, creo, más que el orgullo.




  • Un hombre orgulloso siempre está menospreciando las cosas y las personas; y, por supuesto, mientras mires hacia abajo, no puedes ver algo que está por encima de ti.




  • Es mejor perder el orgullo con alguien que amas, en lugar de perder a ese ser que amas por culpa de tu inútil orgullo.




  • Pido pues a mi orgullo que siempre vaya del brazo con mi cordura. Y cuando me abandone mi cordura, pues le gusta alzar el vuelo, que mi orgullo vuele siquiera del brazo con mi locura.




  • Podría fácilmente perdonar su orgullo, si no hubiera mortificado el mío.




  • A través del orgullo, nos engañamos a nosotros mismos. Pero en el fondo, bajo la superficie de la conciencia, una voz suave y apagada nos dice: algo no está bien.




  • El orgullo debe morir en ti, o nada del cielo podrá vivir en ti.




  • Toda tu vida, otras personas intentarán quitarte tus logros. No te los quites tú.




  • Raramente nos sentimos orgullosos cuando estamos solos.




  • No aceptes la admiración de tu perro como prueba concluyente de que eres maravilloso.




  • Una y otra vez, el orgullo del hombre influye en tu propia caída.




  • Todos los hombres se equivocan, pero un buen hombre cede cuando sabe que ha hecho algo mal y lo repara. El único crimen es el orgullo.




  • Deja tu orgullo, tu ego y tu narcisismo en otro lugar. Las reacciones de esas partes de ti reforzarán los miedos más primitivos de tus hijos.




  • La vanidad es la necedad del egoísmo, y el orgulloso, la insolencia de la vanidad.




  • Durante mi infancia sólo ansié ser amada. Todos los días pensaba en cómo quitarme la vida, aunque, en el fondo, ya estaba muerta. Sólo el orgullo me salvó.




  • Deje que otros se enorgullezcan de cuántas páginas han escrito; Prefiero jactarme de los que he leído.




  • Un hombre orgulloso rara vez es un hombre agradecido, porque nunca piensa que obtiene tanto como merece.




  • El orgullo nos hace desear una solución a las cosas: una solución, un propósito, una causa final; pero cuanto mejores sean los telescopios, más estrellas aparecerán.




  • Si no tuviéramos orgullo, no nos lamentaríamos del orgullo ajeno.




  • El orgullo es la fuente de todas las enfermedades, porque es la fuente de todos los vicios.