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Frases de Montesquieu

Frases de Montesquieu

Señor de la Brède y barón de Montesquieu fue un filósofo y jurista francés cuya obra se desarrolla en el contexto del movimiento intelectual y cultural conocido como la Ilustración.

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  • Pronto cansa la altanería de una mujer hermosa; nunca aburre la de una mujer buena.



  • El talento es un don que Dios nos hace en secreto, y que nosotros revelamos sin saberlo.



  • Un hombre no es pobre por el hecho de no tener nada, sino cuando no trabaja.



  • Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa.



  • Hay numerosas casas públicas donde se distribuye. En una de ellas se prepara el café de tal manera, que despierta la inteligencia de los que lo beben.



  • No he conocido ningún mal que una hora de lectura no alivie.



  • Las leyes inútiles debilitan a las leyes necesarias.



  • La libertad es el derecho de hacer lo que la ley permite.



  • El lujo arruina las repúblicas; y la pobreza a las monarquías.



  • Es mil veces más fácil hacer el bien que hacerlo bien.



  • Los hombres somos más capaces de grandes acciones que de buenas acciones.



  • La falsa felicidad vuelve duros y soberbios a los hombres, y no se comunica a otros. La felicidad verdadera los torna dulces y sensibles, y halla siempre manera de hacer, nuevos participantes de ella.



  • La libertad, ese bien que hace gozar de los demás bienes. La libertad es el derecho de hacer todo lo que las leyes permiten. Todo ser humano es libre si su libertad no atenta a la de los demás.



  • Hay que estudiar mucho para saber poco.



  • Cuando uno busca tan extremadamente los medios de hacerse temer, encuentra antes siempre el medio de hacerse odiar.



  • Cuando la muerte ha igualado las fortunas, las pompas fúnebres no deberían diferenciarlas.



  • La democracia debe guardarse de dos excesos: el espíritu de desigualdad, que la conduce a la aristocracia, y el espíritu de igualdad extrema, que la conduce al despotismo.



  • Feliz el pueblo cuya historia se lee con aburrimiento.



  • El poder debe de servir como un control para el poder.



  • La amistad es un acuerdo por el cuál nos comprometemos a intercambiar pequeños favores por grandes favores.



  • Un imperio fundado por la guerra tiene que sostenerse por la guerra.



  • No hay nadie, dice otro, quien la fortuna no le visita una vez en su vida; pero cuando no lo encuentra listo para recibirla, camina hacia la puerta, y sale volando por la ventana.



  • La tiranía de un príncipe en una oligarquía no es tan peligrosa para el bienestar público como la apatía de un ciudadano en una democracia.



  • No son los jóvenes que degeneran; no se echan a perder hasta que cuando son mayores ya están hundidos en la corrupción.



  • La libertad es el derecho a hacer lo que las leyes permiten. Si un ciudadano tuviera derecho a hacer lo que éstas prohíben, ya no sería libertad, pues cualquier otro tendría el mismo derecho.



  • Los países no están cultivados en razón de su fertilidad, sino en razón de su libertad.



  • La libertad consiste en poder hacer lo que se debe hacer.



  • Normalmente, aquellos que poseen un gran talento, son ingenuos.



  • Los más desgraciados no son los que sufren las injusticias, sino los que las cometen.



  • La injusticia hecha a uno sólo es una amenaza dirigida a todos.



  • Un hombre no es desdichado a causa de la ambición, sino porque ésta lo devora.



  • El divorcio es indispensable en las modernas civilizaciones.



  • Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella.



  • A la mayoría de las personas prefiero darles la razón rápidamente antes que escucharlas.



  • Cuando en un gobierno, al hablarse de cosa pública, cada uno dice ¿Qué me importa? la cosa pública está perdida.



  • Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad.



  • Máxima admirable: no hablar de las cosas hasta después de que estén hechas.



  • Las personas que tienen poco que hacer son por lo común muy habladoras: cuanto más se piensa y obra, menos se habla.



  • La gravedad es el escudo de los tontos.



  • Antes que sus leyes, defiende un pueblo sus costumbres.