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Frases Friedrich Nietzsche

Frases Friedrich Nietzsche

Fue uno de los más grandes filósofos de todos los tiempos, siendo reconocido como una figura de la filosofía contemporánea.

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  • En cuanto a la vida, los hombres más sabios de todas las edades han juzgado por igual: es inútil.



  • Son los hombres más sensuales que tienen que huir de las mujeres y atormentar sus cuerpos.



  • El que ha provocado los hombres a la rabia contra él siempre ha ganado un partido en su favor, también.



  • La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.



  • Amamos la vida, no porque estamos acostumbrados a vivir, sino porque estamos acostumbrados a amar.



  • No es la falta de amor, sino la falta de amistad lo que hace que los matrimonios sean infelices.



  • El hacedor solo aprende.



  • El futuro influencia el presente en igual medida que el pasado.



  • El destino de los hombres no está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, sino de épocas felices



  • El individuo siempre ha tenido que luchar para evitar ser agobiado por la tribu. Si lo intentas, te sentirás solo a menudo, y a veces asustado. Pero ningún precio es muy alto para pagar el privilegio de ser dueño de uno mismo.



  • Nadie puede construir para ti el puente sobre el cual debes cruzar la corriente de la vida, nadie más que tú mismo.



  • Debes estar listo para arder en tu propia llama; ¿Cómo podrías levantarte de nuevo si no te has convertido en cenizas?



  • No conozco un mejor propósito en la vida que el de perecer intentando lo grande y lo imposible.



  • Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal.



  • Para llegar a ser sabio, es preciso querer experimentar ciertas vivencias, es decir, meterse en sus fauces. Eso es, ciertamente, muy peligroso; más de un sabio ha sido devorado al hacerlo.



  • La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido.



  • Siempre hay un poco de locura en el amor, pero siempre hay un poco de razón en la locura.



  • El matrimonio acaba muchas locuras cortas con una larga estupidez.



  • Hay que mantener sujeto el corazón; pues cuando se lo suelta no se tarda en perder la cabeza.



  • Todos los verdaderos grandes pensamientos son concebidos al andar.



  • Uno se apega a una opinión porque se enorgullece de haber llegado por sí mismo, y otra porque se ha tomado grandes molestias para aprender y se enorgullece de haberlo captado: y ambos lo hacen por vanidad.



  • Una cuestión que queda clara deja de preocuparnos.



  • Solo somos capaces de responder con sinceridad aquello que podemos comprender.



  • Hay una inocencia en la admiración; se encuentra en aquellos a quienes nunca se les ha ocurrido que ellos también puedan ser admirados algún día.



  • Si poseemos nuestro porqué de la vida, podemos soportar casi cualquier cómo.



  • Las convicciones podrían ser enemigos más peligrosos de la verdad que las mentiras.



  • El hombre de conocimiento no debe solo amar a sus enemigos, también debe ser capaz de odiar a sus amigos.



  • ¿Humillarse uno para herir su soberbia?



  • La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo.



  • Engañar a los demás es un defecto relativamente vano.



  • Una mala conciencia se cura más fácilmente que una mala reputación.



  • De la generosidad de las almas generosas debe formar parte la gracia.



  • Y es que nada hay tan difícil como cerrar por amor la mano abierta y avergonzarse de su generosidad.



  • La vanidad es la ciega propensión a considerarse como individuo no siéndolo.



  • No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.



  • Nada más hipócrita que la eliminación de la hipocresía.



  • Lo que no me destruye, me hace más fuerte.



  • Cuando miras un abismo, el abismo también te mira a ti.



  • Mira siempre el lado positivo del abismo.



  • Quien lucha contra monstruos debe asegurarse de que en el proceso no se convierta en un monstruo. Y si miras un abismo el tiempo suficiente, el abismo te devolverá la mirada.