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Frases de Cicerón

Frases de Cicerón

Fue un jurista, político, filósofo, escritor y orador romano.​ Es considerado uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República romana.

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  • La naturaleza ha puesto en nuestras mentes un insaciable deseo de ver la verdad.



  • La función de la sabiduría es discriminar entre el bien y el mal.



  • Casi siempre, a las acciones de los malvados las persigue primeramente la sospecha, luego el rumor y la voz pública, la acusación después y, finalmente, la justicia.



  • Ciertamente, la ignorancia de los males venideros nos es más útil que su conocimiento.



  • El recuerdo del mal pasado es alegre.



  • Un protector excelente de la oveja es el lobo.



  • La falsedad está tan cercana a la verdad que el hombre prudente no debe situarse en terreno resbaladizo.



  • La verdadera medicina de la mente es la filosofía.



  • El hombre que cultiva la bondad, jamás piensa en hacer mal a nadie.



  • No considero libre a quien no tiene algunas veces sus ratos de ocio.



  • Gran descanso es estar libre de culpa.



  • Prefiero el testimonio de mi conciencia a cuentos que puedan hablar de mi.



  • Vive como hombre valiente y si la suerte es adversa, haz frente a sus golpes con corazón valiente.



  • Quien contempla a un verdadero amigo, es como si contemplara un ejemplo de sí mismo.



  • La amistad mejora nuestra felicidad y disminuye nuestras desgracias doblando nuestras alegrías y dividiendo nuestro dolor.



  • La amistad es un acuerdo perfecto de los sentimientos de cosas humanas y divinas, unidas a la bondad y a una mutua ternura.



  • No preocuparse en absoluto de lo que la gente opina de uno mismo, no sólo es arrogancia, sino también desvergüenza.



  • Sólo emplea su pasión quien no puede hacer uso de su razón.



  • La religión no se suprime suprimiendo la superstición.



  • La ignorancia del bien y del mal es lo que más perturba la vida humana.



  • Ningún hombre debería tratar de obtener beneficio a costa de la ignorancia de otra persona.



  • No me avergüenza confesar la ignorancia de lo que no sé.



  • Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal.



  • Recuerdo incluso lo que no quiero. Olvidar no puedo lo que quiero.



  • La gratitud no solo es la más grande de las virtudes, sino la madre de todas ellas.



  • Esperemos lo que deseamos, pero soportemos lo que acontezca.



  • Los deseos deben obedecer a la razón.



  • Son elocuentes aquellos que pueden hablar de cosas sencillas con profundidad, de grandes cosas con dignidad, y de cosas moderadas con templanza.



  • Pensar es como vivir dos veces.



  • Nos olvidamos de nuestros placeres, nos acordamos de nuestros sufrimientos.



  • Mientras hay vida, hay esperanza.



  • Una nación puede sobrevivir a los tontos, incluso a los ambiciosos. Pero no puede sobrevivir a la traición desde adentro.



  • Para conservar la libertad, a la muerte que es el último mal, no se le debe temer.



  • Para ser libres debemos ser esclavos de las leyes.



  • La libertad no consiste en tener un buen amo, sino en no tenerlo.



  • La gratitud no es sólo la más grande de las virtudes, sino la madre de todos los demás.



  • El que sufre tiene memoria.



  • Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros.



  • Cualquier hombre puede cometer errores, pero sólo un zopenco persiste en su error.



  • El falso no es más que una imitación de la realidad.