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Frases de Buda

Frases de Buda

Buda, que en hindú significa Iluminado, fue el nombre que se le dio a Siddhartha Gautama, líder religioso que vivía en India, cuya amabilidad y sabiduría le valieron ese título. Los budistas lo consideran el Buda Supremo, el fundador del budismo.

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  • Recordar algo malo, es como llevar una carga para la mente.



  • Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos.



  • Un amigo insincero y malvado es más temible que una bestia salvaje; una bestia salvaje puede herir tu cuerpo, pero un amigo malvado herirá tu mente.



  • No creáis nada por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo creen; creedlo después de someterlo al dictamen de la razón y a la voz de la conciencia.



  • No insistas en el pasado, no sueñes en el futuro, concentra tu mente en el momento presente.



  • Todo lo que te molesta de otros seres, es sólo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo.



  • Con nuestros pensamientos creamos nuestro mundo.



  • Tú mismo, tanto como cualquier persona en el universo entero, te mereces tu amor y afecto.



  • Debes amarte a ti mismo antes de amar a otra persona. Al aceptarte a ti mismo y lo que eres, tu simple presencia hace a otros felices.



  • Alabanza y culpa, ganancia y pérdida, placer y penas vienen y van igual que el viento. Para ser feliz, permanece como un árbol gigante en medio de todo eso.



  • El verdadero amor nace de la comprensión.



  • Conquistarse a sí mismo es una tarea más grande que la de conquistar a los demás.



  • El único fracaso real en la vida es no ser fiel a lo que uno sabe.



  • Enseñemos esta triple verdad a todos: Un corazón generoso, un lenguaje amable, y una vida de servico y compasión, son cosas que renuevan a la humanidad.



  • El camino no está en el cielo; El camino está en el corazón.



  • Así como una vela no puede arder sin fuego, los hombres no pueden vivir sin espiritualidad.



  • Tres cosas no pueden estar mucho tiempo ocultas: el sol, la luna y la verdad.



  • Sean cuales sean las palabras que pronunciemos, deben elegirse con cuidado para las personas que las escucharán, pues les influirán para bien o para mal.



  • Nadie nos salva más que nosotros mismos. Nadie puede, nosotros mismos debemos caminar por el camino.



  • El sufrimiento, si no es disminuido por el amor, nos trasportará hasta la orilla más cercana.



  • La mente lo es todo, lo que pienses será.



  • Mejor que adorar a los dioses es la obediencia a las leyes de la justicia.



  • La salud es el mayor regalo, la alegría es la mayor riqueza, y la fidelidad es la mejor relación.



  • Se pueden encender miles de velas con una sola vela, y la vida de la vela no se acortará. La felicidad nunca disminuye al ser compartida.



  • Sólo hay dos errores que se pueden cometer en el camino hacia la verdad: No empezar y no llegar hasta el final.



  • El caos es inherente a todas las cosas compuestas. Esfuércese con diligencia.



  • El verdadero amor nace de la comprensión.



  • No serás castigado ante Dios por tu ira, la misma ira te castigará directamente.



  • Para liberarte del sufrimiento, libérate de los apegos.



  • Mira dentro. Estate quieto. Libre de miedo y apego, conoce la dulce alegría de vivir en el camino.



  • El sufrimiento no le sucede al que no tiene apego a nombres y formas.



  • Gobierna tu mente o te gobernará.



  • La paz viene de adentro. No de afuera.



  • Puedes buscar en todo el universo a alguien que merezca más tu amor y afecto que tú mismo, y esa persona no se encuentra en ningún lado. Tú mismo, tanto como cualquiera en todo el universo, merece tu amor y afecto.



  • Mientras la lluvia cae sobre justos e injustos por igual, deja que tu corazón no se vea perturbado por los juicios y deja que tu amabilidad llueva sobre todos.



  • La vida es fácil Para el hombre que no tiene vergüenza, Imprudente como un cuervo, Un chisme cruel, Vano, entrometido, disoluto. Pero la vida es dura para el hombre que emprende silenciosamente el camino de la perfección, con pureza, desprendimiento y vigor. El ve la luz.



  • La raíz del sufrimiento es el apego a ideas falsas.



  • Esté donde está; de lo contrario, extrañará su vida.



  • El único fracaso real en la vida es no ser fiel a lo que uno sabe.



  • Silencia al hombre enojado con amor. Silencia al hombre malévolo con amabilidad. Silencia al avaro con generosidad. Silencia al mentiroso con la verdad.