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Frases de Buda

Frases de Buda

Buda, que en hindú significa Iluminado, fue el nombre que se le dio a Siddhartha Gautama, líder religioso que vivía en India, cuya amabilidad y sabiduría le valieron ese título. Los budistas lo consideran el Buda Supremo, el fundador del budismo.

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  • Aquellos que estén libres de resentimiento encontrarán la paz.



  • Al igual que la vela no puede arder sin fuego, el hombre no puede vivir sin vida espiritual.



  • El secreto de la salud física y mental no es llorar por el pasado, preocuparse por el futuro o anticipar problemas, sino vivir el momento presente con sabiduría y seriedad.



  • Tú mismo, tanto como cualquiera en el universo entero, mereces tu amor y afecto.



  • El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.



  • Aferrarse a la ira es como agarrar un carbón caliente con la intención de tirarlo a otra persona, eres tú el que se quema.



  • No serás castigado debido a tu rabia, serás castigado por ella.



  • La espada más aguda es una palabra pronunciada con enojo.



  • No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo



  • La mente es todo. Te conviertes en lo que piensas.



  • Tú mismo, así como cualquier otra persona en el universo, mereces tu propio amor y cariño.



  • La raíz del sufrimiento es el apego.



  • Estar inactivo es el camino corto hacia la muerte, ser diligente es una forma de vida; la gente tonta está inactiva, los sabios son diligentes.



  • La mente lo es todo. En lo que piensas te conviertes.



  • Nadie nos salva sino nosotros mismos. Nadie puede y nadie debe. Nosotros mismos debemos recorrer el camino.



  • La paz viene de dentro. No busques fuera.



  • Tu trabajo es descubrir tu trabajo y entonces dar todo tu corazón por él.



  • La reflexión es el camino hacia la inmortalidad; la falta de reflexión, el camino hacia la muerte.



  • Más que mil palabras inútiles, vale una sola que otorgue paz.



  • La única manera de traer paz a la tierra es aprender a hacer pacífica nuestra propia vida.



  • No sobrevalores lo que recibes, ni envidies a otros. El que envidia a los demás no obtendrá paz mental.



  • Tres cosas no pueden ser ocultadas por mucho tiempo: el sol, la luna, y la verdad.



  • Deben respetarse unos a otros y abstenerse de discutir; no deben, como el agua y el aceite, repelerse unos a otros, sino que deben ser como la leche y el agua, mezclarse juntos.



  • Sin salud la vida no es vida; es solo un estado de languidez y sufrimiento – una imagen de la muerte.



  • Estamos en este mundo para convivir en armonía. Quienes lo saben no luchan entre sí.



  • Las palabras tienen el poder de destruir y sanar. Cuando las palabras son verdaderas y amables, pueden cambiar el mundo.



  • Da, aunque no tengas más que muy poco que dar



  • Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora



  • El odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor



  • Si puedes apreciar el milagro que encierra una sola flor, tu vida entera cambiará



  • Para entender todo, es necesario olvidarlo todo



  • La paz viene de adentro, no la busques afuera



  • En lo que pensamos, justamente en eso nos convertiremos



  • Tu propósito en la vida es encontrar un propósito, y entregar a él todo tu corazón



  • El insensato que reconoce su insensatez es un sabio. Pero un insensato que se cree sabio es, en verdad, un insensato



  • Nuestras buenas y malas acciones nos siguen casi como una sombra



  • Nadie te castigará por tu enfado; será él mismo el encargado de castigarte



  • Hay tres cosas que no pueden ocultarse por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad



  • La muerte no se teme, si la vida se ha vivido sabiamente



  • No vivas del pasado, no imagines el futuro, concéntrate en el momento presente