Frases de Buda

Buda, que en hindú significa Iluminado, fue el nombre que se le dio a Siddhartha Gautama, líder religioso que vivía en India, cuya amabilidad y sabiduría le valieron ese título. Los budistas lo consideran el Buda Supremo, el fundador del budismo.

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Sé paciente. Todo vendrá a ti en el momento correcto.
No hay camino a la felicidad. La felicidad es el camino.
Tú, más que nadie en el mundo entero, mereces tu amor y afecto.
La paz viene del interior, no la busques en el exterior.
En el cielo, no hay distinción de oriente y occidente, la gente crea distinciones fuera de sus propias mentes y luego creen que son verdad.
La salud es el regalo más grande, contento la mayor riqueza, fidelidad la mejor relación.
No creas nada. No importa dónde lo hayas leído, no importa quién lo haya dicho. No importa que yo lo haya dicho. A menos que haga sentido con tu propia razón y sentido común.
Tu peor enemigo es tu mejor maestro.
Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos.
Al igual que una abeja tomando néctar no daña el color de una flor, así es el movimiento sabio por el mundo.
Cuando la mente es pura, la alegría le sigue como una sombra que nunca se va.
Duda de todo. Encuentra tu propia luz.
Lo que somos hoy proviene de nuestros pensamientos de ayer, y nuestros pensamientos actuales construyen nuestra vida de mañana: Nuestra vida es la creación de nuestra mente.
He nacido en el mundo como el rey de la verdad para la salvación del mundo.
Nuestras penas y heridas se curan sólo cuando las tocamos con compasión.
Es mejor conquistarse a uno mismo que ganar mil batallas. Entonces la victoria es tuya. No te la pueden quitar, ni los ángeles ni los demonios, ni el cielo ni el infierno.
En el momento en que veas lo importante que es amarte a ti mismo, dejarás de hacer sufrir a los demás.
La meditación trae sabiduría; la falta de meditación deja la ignorancia. Conoce bien lo que te lleva hacia adelante y lo que te detiene, y elige el camino que conduce a la sabiduría.
La paz es el resultado de muchas actitudes, todas estas fundamentadas precisamente en la caridad, no entendida como limosna, sino como amor.
Satisfaced las necesidades de la vida como la mariposa que liba la flor, sin destruir su fragancia ni su textura.
Si puedes mantener tu boca tan callada como tu nariz, evitarás muchas dificultades.
En tanto que tus ojos sean capaces de llorar, tu alma no estará aún madura para la sabiduría.
El hombre que hace el mal sufre en este mundo y sufre en el otro. Sufre y se lamenta al ver todo el daño que ha hecho. Sin embargo, el hombre que hace el bien es feliz en este mundo y también lo es en el otro. En ambos mundos se regocija, viendo todo el bien que ha hecho.