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Raras veces nos, equivocaremos al imputa

Raras veces nos, equivocaremos al imputar los acto...

Raras veces nos, equivocaremos al imputar los actos supremos a la vanidad, los mediocres a la costumbre y los inferiores a la timidez.


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  • Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir.



  • La más segura cura para la vanidad es la soledad.



  • La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados.



  • Se dice que las mujeres son vanidosas por naturaleza; es cierto, pero les queda bien y por eso mismo nos agradan más.



  • Ciertos libros parecen haber sido escritos no para aprender de ellos sino para que se reconozca lo que sabía su autor.