La tristeza no es inherente a las cosas; no nos llega del mundo ni de su contemplación. Es un producto de nuestro propio pensamiento. — Emile Durkheim
La tristeza no es inherente a las cosas; no nos llega del mundo ni de su contemplación. Es un producto de nuestro propio pensamiento.
Interpretacion
Durkheim sostiene que la tristeza no proviene directamente del entorno ni de lo observado, sino de cómo pensamos. Señala la mente como origen de ese estado emocional. Invita a considerar el papel del pensamiento en la experiencia afectiva.
Temas
tristeza pensamiento durkheim filosofía reflexión emociones psicología
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