Frases sobre la Vanidad
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Los hombres casados son horriblemente aburridos cuando son buenos maridos, pero son abominablemente presumidos cuando no los son.
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La masa busca al lÃder, no porque lo estime sino por interés; y el lÃder acepta a la masa por vanidad o por necesidad.
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¿Qué presta a mi contento si soy del vano dedo señalado, si en busca de este vientoando desalentadocon ansias vivas, con mortal cuidado?
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La especie más temible de los vanidosos es la de los que tienen, en efecto, motivos para su vanidad.
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La vanagloria por mucho que el cristianismomedieval insistÃa en que era un pecado, es un motor de la humanidad, no más erradicable que el sexo.
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La curiosidad no es más que vanidad. En la mayorÃa de los casos, sólo queremos saber algo para hablar de ello.
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Jamás te niegues a aceptar el premio de tu trabajo. El que se niega es más vanidoso que el que acepta; sabe que asà dará más que hablar.
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La vanidad el alardeo, son una actitud de espiritualidad mundana, que es el peor pecado de la Iglesia.
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Quien posea conocimientos especializados puede considerarlos como capital para envanecerse y despreciar a los demás.
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Es vulgarÃsima verdad que, en grado variable, el afán de aprobación y aplauso mueve a todos los hombres...
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Lo que se llama liberalidad no es por lo regular sino la vanidad de dar, vanidad que preferimos a lo que regalamos.
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Hay tanta gente que escribe para lucirse. Yo empecé asà y fracasé hasta el dÃa en que olvidé esas pretensiones.
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Esa clemencia, de la que se hace una virtud, a veces se practica por vanidad, otras por pereza, a menudo por miedo, y casi siempre por esas tres razones juntas.
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Deja que la visión recta sea una antorcha de luz en tu camino. No busques la satisfacción de tu vanidad ni te muevas con soberbia.
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La ilusión y el apasionamiento se conquistan mejor con el cultivo de la discriminación. La vanidad se supera con simplicidad. La arrogancia con cortesÃa.
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Los premios y los reconocimientos hay que aceptarlos y no ponérselos encima. Eso es vital: no creérselo. En cuanto te lo creas, malo, malo.
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