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Frases de Simón Bolívar

Frases de Simón Bolívar

Fue un militar y político venezolano, fundador de las repúblicas de la Gran Colombia y Bolivia.

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  • La esclavitud es hija de tinieblas.



  • El pueblo debe ser obedecido hasta cuando yerra.



  • Sí, al sepulcro... Es lo que me han proporcionado mis conciudadanos... Pero los perdono.



  • He arado en el mar y he sembrado en el viento.



  • La América es ingobernable.



  • Estamos dominados por los vicios que se contraen bajo la dirección de una nación como la española, que sólo ha sobresalido en fiereza, ambición, venganza y envidia.



  • La ingratitud es el crimen más grande que los hombres pueden atreverse a cometer.



  • La patria es la América.



  • Las instituciones perfectamente representativas no son adecuadas a nuestro carácter, costumbres y luces actuales.



  • Los tres grandes majaderos de la historia hemos sido Jesucristo, Don Quijote... y yo.



  • El que abandona todo por ser útil a su patria, no pierde nada y gana cuanto le consagra.



  • ¿Podrá esta nación hacer el comercio exclusivo de la mitad del mundo, sin manufacturas, sin producciones territoriales, sin artes, sin ciencias, sin política?



  • ¡Que me manden salvar la República y salvo la América entera!



  • Aunque la guerra es el compendio de todos los males, la tiranía es el compendio de todas las guerras.



  • El indio es de un carácter apacible que sólo desea el reposo y la soledad.



  • Aborrezco mortalmente el mando porque mis servicios no han sido felices, porque mi natural es contrario a la vida sedentaria, porque carezco de conocimientos, porque estoy cansado y enfermo.



  • ¡Unión! ¡Unión! o la anarquía os devorará.



  • Ya que el Nuevo Mundo tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que federarse los diferentes estados.



  • Yo represento a mis compatriotas, parientes y amigos, ante la posteridad.



  • Libertador es más que todo; y, por lo mismo, yo no me degradaré hasta un trono.



  • Un estado demasiado caro en sí mismo, o en virtud de sus dependencias, finalmente cae en la decadencia.



  • El arte de la victoria es aprendido en la derrota.



  • Es la desgracia del hombre no contentarse nunca.



  • Oro y esclavos. El primero lo corrompe todo; el segundo está corrompido por sí mismo. El alma de un siervo rara vez alcanza a apreciar la sana libertad: se enfurece en los tumultos o se humilla en las cadenas.