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Frases de San Agustín

Frases de San Agustín

San Agustín fue uno de los teólogos y filósofos más importantes en los primeros años del cristianismo, cuyas obras fueron muy influyentes en el desarrollo del cristianismo y la filosofía occidental.

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  • Si necesitas que te echen una mano, yo puedo prestarte las dos.Somos cotillas por naturaleza, siempre indagando en la vida de los demás; sin embargo, nos da pereza la introspección personal y no tendemos a conocernos a nosotros mismos para rectificar errores.



  • Vive el presente, porque el pasado pasó y el futuro aún no ha llegado.



  • Permítete una locura cada año.



  • Las personas no rezan para guiar un camino hacia Dios, sino para guiarse a sí mismas.



  • Cuando mejor seas, si realmente eres bueno, peor le sentará al malo.



  • La única forma de decir la verdad es amando.



  • Para sobrepasar los límites, primero debes conocerte, luego aceptarte tal y como eres y, finalmente, superarte.



  • Solo sé algo cuando nadie pregunta. Pero cuando un hombre me pide una explicación, se me olvida todo.



  • Gracias a la oración podemos cruzar al hombre con Dios.



  • Si me engaño, existo.



  • Si no aceptas que la verdad te gana, será el error quien te derrote.



  • Las lágrimas son la sangre del alma.



  • Solventar un error es un acierto, pero lo es más amparar al errado.



  • Para conocer a alguien de verdad, no hay que curiosear sobre sus pensamientos, sino sobre lo que ama.



  • Por lento que vayas, nunca te alejes del camino. Es mil veces mejor cojear por un trayecto seguro que correr a toda velocidad y alejarse de su meta, pues nunca alcanzará su destino.



  • Aunque durante un rezo puedes pedir cualquier cosa a Dios, cuando trabajes, imprime tu máximo esfuerzo, pues de tus frutos depende tu vida.



  • La fe no solamente se cree, se piensa. Si no existe pensamiento, no existe la fe.



  • Las falsas virtudes son la cara de la irreverencia y la hipocresía.



  • Antes de recibir lo que necesitas, da todo lo que posees.



  • Errar es de humanos; permanecer constantemente en la equivocación, es terrible.



  • Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti.



  • No seas ambicioso, confórmate con lo que basta, con nada más. Si te excedes, no estarás relajado, sino abochornado; no sentirás ligereza, sino pesadumbre.



  • No clames que ayer fue mejor que hoy; aprovecha el presente, es una virtud en detrimento de la nostalgia continua del pasado.



  • La sabiduría es el conocimiento del alma, saber medir y situarse entre el exceso y el defecto.



  • Descubre el punto medio entre el estrechamiento y la extralimitación, y serás feliz.



  • La justicia es inexistente cuando la misericordia se ausenta.



  • Aunque nos extingamos, la verdad seguirá ahí.



  • Si ayudas a los desfavorecidos, serás el espíritu de la caridad. Si les robas, serás la peor escoria inmunda.



  • La pobreza pretenciosa es la mejor de todas las riquezas.



  • No serás libre hasta que toda la humanidad se haya liberado.



  • No podemos obligar a un hombre a seguir el camino de Dios, y menos emplear la violencia; sería el preludio del ateísmo o de, al menos, una creencia involuntaria.



  • Caridad, libertad y cooperación para construir una humanidad mejor.



  • Cristo odia tanto el pecado como el pesar, puesto que nos incita a pecar.



  • Solo niegan la existencia de Dios esas personas interesadas en su desaparición.



  • La aflicción es característica de un alma desorientadas.



  • La desidia es sosegada, por eso las malas costumbres la adelantan.



  • Quien no ha tenido tribulaciones que soportar, es que no ha comenzado a ser cristiano de verdad.



  • La soberbia podría parecer majestuosidad, pero en realidad es una tumefacción. Parece enorme, pero carece de salud.



  • Si viajas a Roma, actúa como un romano.



  • Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor.