Skip to main content

Frases de Ricardo Arjona

Frases de Ricardo Arjona

Es un cantautor, compositor, arreglista, músico y productor musical guatemalteco.

129


  • Quién ganará la batalla de este amor desperdiciado, tú creyendo que me quieres, yo queriéndote creer, si yo te quiero aunque te calles y tú te callas si te quiero.



  • Quiero perder el valor que gané por miedoso.



  • Reconozco lo que piensas antes que empieces a hablar.



  • Señora, no le quite años a su vida, póngale vida a los años, que es mejor.



  • Te conozco desde el pelo, hasta la punta de los pies.



  • Uno no está donde el cuerpo, sino donde más lo extrañan, y aquí se te extraña tanto, que sigues aquí.



  • Yo no hago otra cosa, que seguir a la espera de un beso furtivo de un beso cualquiera de una caricia suya de un beso un quebranto, tenia que ser mujer para gustarme tanto.



  • Amarte a ti es la verdad más mentirosa, es lo mejor de lo peor que me ha pasado.



  • Déjame decir que te amo, no como lo dicen tantos, no por presumir de poeta, consciente estoy que no soy tu meta, solo quiero que sepas que te amo.



  • Dime si el te ama la mitad de lo que te ama este loco.



  • Fui amante de un maniquí de corazón usurero, me cuentan que el que yo fui perdía llegando primero.



  • No caiga usted por amores, debe de levantarse.



  • o tuyo fue la intermitencia y la melancolía, lo mio fue aceptarlo todo por que te quería.



  • Que ganas de rozarte, que ganas de tocarte, de acercarme a ti golpearte con un beso.



  • Se nos muere el amor, tiene fiebre de frío, se nos cayó de la cama cuando lo empujó el hastío.



  • Apuesto por los sentimientos. El público está harto de tanto sexo sin sentido y de tanta violencia gratuita.



  • Tengo tu risa por fortuna.



  • Quiero empezar otra vez y cambiarme hasta el nombre.



  • n el andén del tren del purgatorio preguntan quién quiere alquilarse un dormitorio en el vagón de la clase ejecutiva donde Dios, el Diablo y sus mortajas juegan los dos tu futuro a las barajas.



  • Hacen falta sueños para aferrarse a la realidad.