Frases de Ricardo Arjona

Y sigo aquà tocando fondo, desde mi paÃs que es este quinto piso, desde tu exilio voluntario la nostalgia sigue de primer ministro.
El bar es un hotel de medio pelo que le cura el desconsuelo a los que no saben qué hacer con el desvelo.
¿Por qué es tan cruel el amor? que no me deja olvidar, que me prohibe pensar, que me ata y desata y luego de a poco me mata.
Y si se apagan las luces, y si se enciende el infierno, y si me siento perdido sé que tú estarás conmigo, con un beso de rescate.
¿Se te apagó la luz o la encontraste?, ¿se te safó un tornillo o lo apretaste?, ¿cuál es la dimensión de la locura?, ¿si es más cuerdo el que piensa o el que mira la luna?
A ti ya no te queda nada, y a mà me queda por lo menos, éste sÃndrome incurable de quererte tanto.
Aquà hombre es el que tiene mujeres y vida de tormenta, sin saber que hombre es el que tiene una y la mantiene contenta.
Desde niño fui aprendiendo que la religion no es mas que un metodo, con el titulo prohibido pensar que ya todo esta escrito.
Dice la gente que tú y yo no hacemos compañÃa por ser agua y aceite ¡Qué ironÃa! si fuésemos iguales, ¡qué apatÃa!, no tendrÃamos de qué hablar cada siguiente dÃa.
El tiempo es cuestión de tiempo, la vida es cuestión de vida, la vida dura un momento, el tiempo toda la vida.
Me compré unos cuantos amigos, una novia, y un perro. Los amigos y la novia se fueron, sólo me quedó el perro que no tiene prejuicios… y me acepta como soy.
Minutos que disfrutan morir, minutos que no tienen lugar, minutos que se estrellan en mi «son kamikazes de Dios».
Mujeres, lo que nos pidan, podemos, si no podemos no existe y si no existe lo inventamos por ustedes, mujeres.
No se acaba el amor sólo con decir adiós, hay que tener presente que el estar ausente no anula el recuerdo, ni compra el olvido, ni nos borra del mapa.
Nunca falta una amiga, con su historia serpiente, para vender intrigas, necesitas un cliente, si te clava una duda y soy yo el penitente.
Pero te extraño a rabiar, al extremo de que nuestra cama no la he vuelto a usar. Y si me cae una aventura, la revuelco en el sofá, por no herir el recuerdo que se anida en el colchón.
Quién ganará la batalla de este amor desperdiciado, tú creyendo que me quieres, yo queriéndote creer, si yo te quiero aunque te calles y tú te callas si te quiero.
Uno no está donde el cuerpo, sino donde más lo extrañan, y aquà se te extraña tanto, que sigues aquÃ.
Yo no hago otra cosa, que seguir a la espera de un beso furtivo de un beso cualquiera de una caricia suya de un beso un quebranto, tenia que ser mujer para gustarme tanto.
Déjame decir que te amo, no como lo dicen tantos, no por presumir de poeta, consciente estoy que no soy tu meta, solo quiero que sepas que te amo.
Fui amante de un maniquà de corazón usurero, me cuentan que el que yo fui perdÃa llegando primero.
Apuesto por los sentimientos. El público está harto de tanto sexo sin sentido y de tanta violencia gratuita.