Frases de Lord Byron

Fue un poeta del movimiento del romanticismo británico, considerado por algunos uno de los mayores poetas en la lengua inglesa.

Todos los que la alegría ganaría deben compartirlo. La felicidad nació como un gemelo.
No conozco ninguna sensualidad inmaterial tan deliciosa como la buena actuación.
La eternidad te prohíbe olvidar.
¿Qué heridas profundas se cerraron sin una cicatriz? Los corazones sangran por más tiempo, y curan pero con llevar Aquello que los desfigura.
La fama es la sed propia de la juventud.
La escritura de cartas es el único dispositivo que combina la soledad con la buena compañía.
Del caos, Dios hizo un mundo, y de las altas pasiones, surge un pueblo.
Se ha dicho que la inmortalidad del alma es un gran peut-tre, pero aún así es una gran. Todo el mundo se aferra a el más estúpido, aburrido, y más malvado de los bípedos humanos todavía está convencido de que él es inmortal.
Hay un placer en los bosques sin caminos … No amo menos al hombre, sino a la naturaleza más ...
La sangre sirve sólo para lavar las manos de la ambición.
La prueba de un afecto puro es una lágrima.
La consecuencia de no pertenecer a ningún partido será que los molestaré a todos.
La noche muestra a las estrellas y a las mujeres bajo una luz mejor.
La ausencia, esa cura común del amor.
No hay cosa más incierta que el número de años de las señoras que se dicen de cierta edad.
Que es penoso sufrir una ternura que aversión nos inspira en vez de afecto.
Los que mueren por una causa noble nunca quedan frustrados.
En ausencia de los maridos, las mujeres se tornan más sutiles, y algunas veces las hijas se fugan con el mayordomo.
Aquél que sobrepasa o subyuga a la humanidad debe mirar el odio que tienen los oprimidos.
Ni busco ni necesito la conmiseración; las espinas que recojo son del árbol que yo mismo planté. Ellas me han herido, y sangro. Yo debí saber qué fruto había de brotar de tal semilla.
Es fácil morir por una mujer; lo difícil es vivir con ella.
¡Adiós! En esta palabra - palabra fatal -, aunque se encierran promesas,esperanzas y fe, alienta la desesperación.
Aunque todos los sabios derramaran el tesoro de su sabiduría, no hay más severo moralista que el placer.
La conciencia del hombre es el oráculo de Dios.
La adversidad es el primer paso hacia la verdad.
Una linda mujer es un huésped bienvenido.