Cuando una mujer bella elogia la belleza de otra, puede estar segura de que es más hermosa que la elogiada.
Como los niños no poseen ni futuro ni pasado pueden disfrutar del presente. Esto no les pasa a los adultos.
Los niños no tienen pasado ni futuro, por eso gozan del presente, cosa que rara vez nos ocurre a nosotros.
El odio es tan duradero y tenaz, que la reconciliación en un lecho de enfermo, ciertamente, presagia la muerte.
Los puestos de responsabilidad hacen a los hombres eminentes más eminentes todavía, y a los viles, más viles y pequeños.
No hay más que tres acontecimientos importantes en la vida: nacer, vivir y morir. No sentimos lo primero, sufrimos al morir y nos olvidamos de vivir.
Para llegar a la meta de sus propósitos, la mayoría de los hombres es más capaz de un esfuerzo extraordinario que de una larga perseverancia.