Frases de Jacinto Benavente

Fue un dramaturgo, director, guionista y productor de cine español.

El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor.
Es tan fea la envidia que siempre va por el mundo disfrazada, y nunca más odiosa que cuando pretende disfrazarse de justicia.
El pretexto para todas las guerras: conseguir la paz.
Se hará lo que se deba, aunque se deba lo que se haga.
Los recuerdos tienen más poesía que las esperanzas, como las ruinas son mucho más poéticas que los planos de un edificio en proyecto.
Es más fácil ser genial que tener sentido común.
No hay que pensar mal: el mal pensamiento es semilla en buen terreno que un día u otro sale por la boca.
Qué triste cosa sería la vida si sólo la razón gobernara nuestras acciones.
Si la gente nos oyera los pensamientos, pocos escaparíamos de estar encerrados por locos.
Lo malo de la conciencia es que siempre está hecha a la medida.
El lujo de ser mejores que los demás hay que pagarlo: la sociedad exige un tributo que ha de pagarse en tiras de pellejo.
La única aristocracia posible y respetable es la de las personas decentes.
El amor es así, como el fuego; suelen ver antes el humo los que están fuera que las llamas los que están dentro.
Es tan necia presunción perdonar la vida a los hombres como el corazón a las mujeres.
Suprime la vanidad en las mujeres y habrás suprimido la mitad, por lo menos,de la ambición de los hombres.
Creedlo, para salir adelante con todo, mejor que crear afectos es crear intereses...
Algunos escritores aumentan el número de lectores; otros sólo aumentan el número de libros.
La única tristeza sin consuelo en la vida es la tristeza que se ha merecido.
Yo podría ser el último paria de mi reino, un leproso abandonado por todos, sin recuerdo y sin esperanza de goce alguno, y aún quisiera vivir.