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Frases de Honoré de Balzac

Frases de Honoré de Balzac

Fue un novelista francés, representante de la llamada novela realista del siglo XIX.

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  • Leer nos hace conocer amigos desconocidos.



  • Porque la avaricia comienza donde termina la pobreza.



  • No existe gran talento sin gran voluntad.



  • Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir.



  • El corazón de una madre es un abismo profundo en el fondo del cual siempre encontrarás el perdón.



  • La convicción aporta una belleza silenciosa e indefinible a los rostros hechos del barro humano más común; el devoto adorador en cualquier santuario refleja algo de su resplandor dorado, incluso cuando la gloria de un amor noble brilla como una especie de luz en el rostro de una mujer.



  • El glotón es mucho más que un animal y mucho menos que un hombre.



  • La sociedad está llena de enigmas que parecen difíciles de resolver. Es un perfecto laberinto de intrigas.



  • Exageramos la desgracia y la felicidad por igual. Nunca estamos tan mal ni somos tan felices como decimos.



  • La sensualidad es la muerte del alma.



  • No basta con ser una buena persona. También tienes que demostrarlo.



  • Las niñas son propensas a imaginar figuras nobles, encantadoras y totalmente imaginarias en sus propias mentes; tienen ideas extravagantes fantasivas acerca de los hombres, el sentimiento, y la vida; y luego inocentemente dotan a alguien u otro de todas las perfecciones para sus sueños, y ponen su confianza en él.



  • El verdadero amor es eterno, infinito y siempre tal como es. Es igual y puro.



  • El corazón de una madre es un profundo abismo en el fondo del cual siempre encontrarás perdón y amor.



  • El amor es la única pasión que no sufre ni pasado ni futuro.



  • Cuanto más se juzga, menos se ama.



  • Una mujer virtuosa tiene en su corazón una fibra menos o una fibra más que otras mujeres; ella es tonta o sublime.



  • ¿Acaso ningún límite impuesto sobre uno inspira un deseo de ir más allá? ¿No surge nuestro sufrimiento más agudo cuando se cruza nuestro libre albedrío?



  • La mediocridad no se imita.



  • Cuando más se juzga, menos se ama.



  • Los trajes están hechos para poder enseñar todo y no dejar ver absolutamente nada



  • Es tan absurdo pretender que un hombre no puede amar siempre a la misma mujer, como pretender que un buen violinista no puede tocar siempre el mismo instrumento.



  • Hay personas que no pueden contar con nada, ni siquiera con el azar, pues hay existencias sin azar.



  • Ceder a un vicio cuesta más que mantener una familia.



  • Cuanto más juzga un hombre, menos ama.



  • La resignación es un suicidio cotidiano.



  • No existe gran talento sin gran voluntad.



  • Los creyentes y los incrédulos hablan dos lenguas diferentes, y no pueden entenderse.



  • El primer impulso es la voz de la naturaleza, el segundo, la voz de la sociedad.



  • En las mujeres, el instinto equivale a la perspicacia de los grandes hombres.



  • En la venganza el más débil es siempre más feroz.



  • Las leyes son como las telas de araña, a través de las cuales pasan libremente las moscas grandes y quedan enredadas las pequeñas.



  • Las coquetas son como los cazadores que se ufanan en cazar, pero que no comen la presa.



  • La ley de la necesidad hace elocuente.



  • La necesidad es a menudo la espuela para el genio.



  • Nunca nos faltadinero para nuestros ca­prichos: sólo regateamos el precio de las cosas útiles o necesa­rias.



  • Un hombre nulo es algo horrible. Pero hay otra cosa peor: un hombre anulado.



  • El viejo es un hombre que ha cenado y mira a los otros cómo cenan.



  • Es un mérito bien raro saber juzgar con cordura los tiempos a que se pertenece.



  • Los trapos sucios lavarlos en casa.