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Frases de Ernesto Sábato

Frases de Ernesto Sábato

Fue un escritor, ensayista, físico y pintor argentino. Su obra narrativa consiste en tres novelas: El túnel, Sobre héroes y tumbas y Abaddón el exterminador.

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  • Para ser humilde se necesita grandeza.



  • Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil.



  • El Arte no es terapia, pero además es terapéutico.



  • Nada de lo que fue vuelve a ser, y las cosas y los hombres y los niños no son lo que fueron un día.



  • En la bondad se encierran todos los géneros de sabiduría.



  • Es común que en las noches de insomnio sea teóricamente más decidido que durante el día, en los hechos.



  • La frase todo tiempo pasado fue mejor no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que, felizmente, la gente las echa en el olvido.



  • Cuando los sentimientos se deterioran o se transforman no hay milagro que los pueda restaurar en su calidad inicial.”



  • Es curioso, pero vivir en construir futuros recuerdos; ahora mismo, aquí frente al mar, sé que estoy preparando recuerdos minuciosos, que alguna vez me traerán la melancolía y la desesperanza.



  • Un buen escritor expresa grandes cosas con pequeñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas.



  • No se puede vivir sin héroes, santos ni mártires.



  • Estamos de tal modo constituidos que sólo nos es dado a vislumbrar la eternidad desde la frágil y perecedera carne.



  • Tenemos que abrirnos al mundo. No considerar que el desastre está fuera, sino que arde como una fogata en el propio comedor de nuestras casas. Es la vida y nuestra tierra las que están en peligro.



  • Creo que la esencia de la vida consiste en ser fiel a lo que uno cree su destino.



  • Creo que la verdad está bien en las matemáticas, en la química, en la filosofía. No en la vida. En la vida es más importante la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza.



  • Y cuando empezamos a aprender este difícil oficio de vivir ya tenemos que morirnos.



  • Me pregunto en qué clase de sociedad vivimos, qué democracia tenemos donde los corruptos viven en la impunidad, y al hambre de los pueblos se la considera subversiva.



  • Un creador es un hombre que en algo perfectamente conocido encuentra aspectos desconocidos. Pero, sobre todo, es un exagerado.



  • Siempre tuve miedo al futuro, porque en el futuro, entre otras cosas, está la muerte.



  • El presente engendra el pasado.



  • ¿Por qué no suponer, al revés, que esa continua farsa es autenticidad? Cualquier expresión es, en definitiva, un género de sinceridad.



  • La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados.



  • Le expliqué que el mundo es una sinfonía, pero que Dios toca de oído.



  • Se discute si Dalí es auténtico o farsante. Pero ¿tiene algún sentido decir que alguien se ha pasado la vida haciendo una farsa?



  • Botella al mar, se ha dicho. Pero con un mensaje equívoco, que puede ser interpretado de tantas maneras que difícilmente el náufrago sea localizado.



  • Y entonces, habiendo sido privados de la cercanía de un abrazo o de una mesa compartida, nos quedarán los medios de comunicación.



  • El oficio en el arte, consiste en que no se lo advierta.



  • Hay gente que se preocupa más por el dinero que los pobres: son los ricos.



  • Vivir consiste en construir futuros recuerdos.



  • Es que para admirar se necesita grandeza, aunque parezca paradójico.



  • La razón no sirve para la existencia.



  • Ya no se dice que son ‘los de abajo’ sino ‘los de fuera’.



  • Siempre de lo bueno viene lo malo, y de lo malo, lo bueno.



  • Yo escribo, porque si no me hubiera muerto, para buscar el sentimiento de la existencia.



  • Esta “incapacidad” es justamente la raíz de su ilimitada riqueza, lo que diferencia a un gran arte de un simple arte mimético.



  • El arte es esencialmente personal y, de una manera u otra, revela el yo del artista.



  • “Todos los personajes salieron de mi corazón”, hasta Flaubert en su célebre aforismo, poniendo sobre la escena sangrientamente esa pelea que Dios y el demonio libran en nuestro propio corazón.



  • A nadie le gusta morir, creo… Pero creo que hay que esperar con dignidad la muerte, que no sabemos lo que es ¡Nadie sabe lo que es el otro mundo! Nadie.



  • El lenguaje es el primer y más importante instrumento de un hombre que escribe, pero también su mayor y más insidioso enemigo.



  • Si uno aparece en una novela con su nombre y apellido, lo mas fácil es suponer que se trate de una autobiografia, o del colmo del yoismo.