Frases de Emiliano Zapata

La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido más que rebaños de esclavos para la tiranía.
El que quiera ser aguila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre pero que no grite cuando lo pisen.
El burgués, no conforme con poseer grandes tesoros de los que nadie participa en su insaciable avaricia, roba el producto de su trabajo al obrero y al peón.
...y no satisfecho aún, lo insulta y lo golpea haciendo alarde del apoyo que le prestan los tribunales, porque el juez, única esperanza del débil, hállase también al servicio de la canalla.
Los enemigos de la patria y de las libertades de los pueblos, siempre han llamado bandidos a los que se sacrifican por las causas nobles de ellos.
Voy a decir verdades amargas, pero nada expresaré a usted que no sea cierto, justo y honradamente dicho.
Tan hermosa conquista ha costado al pueblo mexicano un terrible sacrificio, y es un deber, un deber imperioso para todos, procurar que ese sacrificio no sea estéril.
Yo estoy resuelto a luchar contra todo y contra todos sin más baluarte que la confianza y el apoyo de mi pueblo.
Muchos de ellos, por complacer a tiranos, por un puñado de monedas o por cohecho o soborno están traicionando y derramando la sangre de sus hermanos.
Lo indispensable es que todos nos irgamos resueltos a defender el interés común y a rescatar la parte de soberanía que se nos arrebata.
Mi personalidad y la de los míos han sido villanamente calumniados por la prensa banal y corrompido de la Ciudad de México.
La paz sólo puede restablecerse teniendo por la base la justicia, por palanca y sostén la libertad y el derecho y por cúpula de ese edificio, la reforma y el bienestar social.
La posición del hacendado respecto de los peones, es enteramente igual a la que guardaba el señor feudal, el barón o el conde de la Edad Media, respecto de sus siervos y vasallos.
Juntos compartimos los azares de la guerra, la desolación de nuestros hogares, el derramamiento de sangre de nuestros hermanos y los toques marciales de los clarines de la victoria.
Señores el que no tenga miedo que pase a firmar, pero sepan que van a firmar el triunfo o la muerte.