Frases de Emil Cioran

Fue un escritor y filósofo pesimista de origen rumano.

A los últimos a quienes perdonamos su infidelidad es a aquellos a quienes hemos decepcionado.
Imposible asistir más de un cuarto de hora sin impaciencia a la desesperación de alguien.
Hubo un tiempo en que el tiempo no existía… El rechazo del nacimiento no es otra cosa que la nostalgia de ese tiempo anterior al tiempo.
El insomnio es una lucidez vertiginosa que puede convertir el paraíso en un lugar de tortura.
La venganza no es siempre dulce, una vez consumada nos sentimos inferiores a su víctima.
Las lágrimas no se queman, excepto en la soledad.
Para ti que ya no la tienes, la libertad es todo; para nosotros que la poseemos, es simplemente una ilusión.
El progreso es la injusticia que cada generación comete con respecto a sus predecesores.
Nuestras primeras intuiciones son los verdaderos.
Gloria - una vez logrado, ¿Cuánto vale?
Una maravilla que no tiene nada que ofrecer, la democracia es a la vez el paraíso de una nación y su tumba.
Imposible pasar noches sin dormir y lograr cualquier cosa: si, en mi juventud, mis padres no habían financiado mis insomnios, seguramente habría suicidado.
La utopía es una mezcla de racionalismo infantil y angelismo secularizado.
La nostalgia, más que nada, nos da el estremecimiento de nuestra propia imperfección.
La vida sin utopía es sofocante, al menos para la multitud: amenazada de lo contrario con la petrifacción, el mundo debe tener una nueva locura.
Sé que mi nacimiento es una casualidad, un accidente risible, y no obstante, apenas me descuido me comporto como si se tratara de un acontecimiento capital, indispensable para la marcha y el equilibrio del mundo.
Todo pensamiento deriva de una sensación frustrada.
Sólo quien está dotado de una vitalidad inquieta es susceptible de caer en el pesimismo. Uno se convierte en pesimista -un pesimista demoníaco, elemental, bestial- sólo cuando la vida ha sido derrotada muchas veces en su lucha contra la depresión.
Tengo todos los defectos de los demás y, sin embargo, todo lo que hacen me parece inconcebible.
Un instante de lucidez, sólo uno; y las redes de lo real vulgar se habrán roto para que podamos ver lo que somos: ilusiones de nuestro propio pensamiento.
El caos está rechazando todo lo que has aprendido, el caos es ser tú mismo.
¿Qué soy yo?. Aparte de una oportunidad en las infinitas probabilidades de no haber sido.
El máximo desapego que podemos pretender es el de mantenernos en una posición equidistante entre la venganza y el perdón, en medio de una hosquedad y una generosidad igualmente blandas y vacías, destinadas a neutralizarse entre sí.
La única originalidad del amor es que hace la felicidad indistinta de la desdicha.
El hecho de que la vida no tenga ningún sentido es una razón para vivir, la única, en realidad.
Cada ser es un himno destruido.
En este gran dormitorio, como llama un texto taoísta al universo, la pesadilla es la única forma de lucidez.
La conciencia es la pesadilla de la naturaleza.
En aquel sueño adulaba a alguien a quien desprecio. Cuando desperté, sentí más asco de mí mismo que si realmente hubiera cometido semejante bajeza.