Frases de Benjamín Franklin

Fue uno de los líderes de la Revolución Americana, conocido por sus citas y experiencias con la electricidad. También fue el primer embajador de Estados Unidos en Francia.

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Si la pasión te empuja, deja que la razón lleve las riendas.
Un compatriota entre dos abogados es como un pez entre dos gatos.
El dinero nunca ha hecho a un hombre feliz, ni lo hará, no hay nada en su naturaleza que produzca felicidad. Cuanto más se tiene más se quiere.
La constitución solo da a la gente el derecho de perseguir la felicidad. La tienes que tomar por ti mismo.
Encontrarás la clave del éxito debajo de la alarma del reloj.
Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y corrompido, escribe cosas dignas de leerse o haz cosas dignas de escribirse.
Dime y lo olvido. Enséñame y recuerdo. Involúcrame y aprendo.
Lo que comienza con el odio termina en la vergüenza.
Dime y olvido. Enséñame y recuerdo. Involúcrame y aprendo.
En la escuela de la experiencia las lecciones cuestan caras, pero solamente en ellas se corrige a los insensatos.
Un camino de mil millas comienza con un paso.
Si el hombre alcanzara la mitad de sus deseos, redoblaría sus inquietudes.
Hay una pequeña venganza en las palabras, pero las palabras pueden ser en gran medida de venganza.
Escribe algo que merezca la pena leer o haz algo que merezca la pena escribir.
En este mundo nada es seguro, excepto la muerte y los impuestos.
La razón nunca se da sin razón, pero raras veces por una buena.
El amor a la libertad hace al ser humano indomable y a las naciones invencibles.
Donde mora la libertad, allí está mi patria.
Sólo un pueblo virtuoso es capaz de vivir en libertad. A medida que las naciones se hacen corruptas y viciosas, aumenta su necesidad de amos.
La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia.
No falle la prueba. Acabo de encontrar 100 maneras de hacerlo mal.
Invertir en conocimientos produce siempre los mejores intereses.
Un amigo falso y una sombra asisten solo mientras el sol brilla.
La pereza viaja tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla.
No pain no gain.
La admiración es hija de la ignorancia.
Todas las guerras son incomprensibles, caras y muy malas.
Sea en guerra con sus vicios, en paz con sus vecinos, y que cada año nuevo que encontrar un hombre mejor.
Nunca hubo una guerra buena o una mala paz.
Jamás hubo una guerra buena o una paz mala.
Más de uno piensa que está comprando el placer, cuando en realidad está vendiendo a sí mismo a ella.
El camino hacía la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.
Él no es poseido por la riqueza, el la posee.
Es sólo cuando los ricos son enfermos que se sienten plenamente la impotencia de la riqueza.
Él no posee la riqueza, sino que lo posee.
La riqueza no es el que la tiene, sino de aquel que lo disfruta.
La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
En mi juventud, he viajado mucho, y he observado en distintos países, que se hicieron las disposiciones más comunes para los pobres, menos se proporcionan para los mismos, y, por supuesto, se convirtió en más pobres. Y, por el contrario, menos se hizo para ellos, el más hicieron por sí mismos, y se convirtieron en más rica.
Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad.
Los sabios no necesitan consejos. Los tontos no van a tomarlo.