Frases de René Descartes - A veces es preferible una falsa alegría

Mi vida estuvo llena de desgracias, muchas de las cuales jamás sucedieron.

Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás.

No hay nada repartido más equitativamente que la razón: todos están convencidos de tener suficiente.

¿Entonces qué puede ser considerado verdad? Tal vez una sola cosa. Que nada en lo absoluto es certero.

Excepto nuestros propios pensamientos, no hay absolutamente nada en nuestro poder.