Skip to main content

Frases de Discreción

0


  • Sencilla para pensar, prudente para sentir, recatada para amar,discreta para callar y honesta para decir.




  • Las mujeres deben permanecer calladas en toda reunión pública.


  • Las frases de discreción son aquellas que nos recuerdan la importancia de mantener nuestras palabras y acciones bajo control. Esto se hace para evitar dañar a otros o causar problemas innecesarios. La discreción es una cualidad importante en muchos aspectos de la vida, ya sea en el trabajo, las relaciones personales o los asuntos públicos.



  • Nuestras madres nos enseñan a hablar, y el mundo nos enseña a callarnos la boca.




  • Hijo, calla. Muchas ventajas tiene el silencio.




  • Muchas palabras no son signo de ánimo prudente.




  • La bohemia no tiene pancartas. Sobrevive por la discreción.




  • El hombre que no sabe callar tampoco sabe hablar.




  • No sé quién ha dicho que el gran talento no consiste precisamente en saber lo que se ha de decir, sino en saber lo que se ha de callar.




  • Aquel que no puede guardar sus pensamientos dentro de sí nunca llevará a cabo grandes cosas.




  • El verdadero dolor es recatado.




  • Cuando des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.




  • Hay un tiempo para hablar y un tiempo para callar.




  • Un hombre discreto ni se deja dirigir ni pretende gobernar a los demás; sólo quiere que la razón impere exclusivamente y siempre.




  • Algunos necios suelen tener ingenio, pero ninguno tiene discreción.




  • El que escribe mucho no yerra menos del que habla mucho.




  • Algunas señales del que progresa en el estudio de la sabiduría: a nadie censura, a nadie alaba, no se queda de nadie, y no acusa a nadie, no habla de sí como si él fuera o supiera algo.




  • Las cosas discretas, amables, sencillas; las cosas se juntan como las orillas.




  • La discreción es lo más aconsejable en los lances del corazón.




  • El tiempo me ha enseñado a mirar, a veces me ha enseñado a callar.




  • Es una cosa triste cuando los hombres no tienen ni el ingenio para hablar bien, ni el juicio para mantener sus lenguas.




  • Es una gran miseria no tener suficiente espíritu para hablar con propiedad, pero es mayor miseria todavía no poseer suficiente juicio para saber callar a tiempo.




  • El hombre guarda mejor el secreto ajeno que el suyo.




  • En mi cabeza tengo cuatro botoncitos. El botón de no escuchar, el de callarse la boca, el de desaparecer y el botón de ataque. Con eso resuelvo todas las situaciones.




  • Nunca cuentes tus alegrías y tristezas. Abaratas tu interior cuando las cuentas.




  • Nunca he sido herido por lo que no he dicho.




  • Reñida está la discreción con la verdad: como que la verdad es a menudo la indiscreción misma.




  • En la vida hay que aprender a ser discreto.




  • Un hombre que está al servicio de otro ha de tener bien sujetos sus ojos, sus manos y su lengua.




  • Pareces discreto. Deshaz este error.




  • El varón consumado, sabio en dichos, cuerdo en hechos, es admitido y aun deseado del singular comercio de los discretos.




  • Todos saben bien que no se debe hablar apenas de la mujer propia, pero ignoran que todavía se debería hablar aun menos de sí mismo.




  • No debemos hablar nunca ni bien ni mal de nosotros mismos: bien, porque no nos creerían, y mal, porque lo creerían fácilmente.




  • La discreción en las palabras vale más que la elocuencia.




  • La discreción es la gramática del buen lenguaje, que se acompaña con el uso.




  • El mejor modo de ocultar a otros los límites del propio saber está en no traspasarlos.




  • Es conveniente ignorar muchas cosas. La mayor parte de los asuntos resultarían repulsivos si no se encubrieran sus interioridades.




  • - ¿Y eres muy discreto, Bras?- En eso soy extremadoporque cualquiera cuitadopresumo que sabe más.




  • Para andar por el mundo es menester ir bien abastecido de cautela y de indulgencia: aquélla sirve para protegernos de daños y pérdidas; esta última, de pleitos y de pendencias.




  • Que la mayor discreción es acomodarse al tiempo.




  • La discreción no es sino el miedo que anda de puntillas.