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Frases de Wolfgang Amadeus Mozart

Frases de Wolfgang Amadeus Mozart

Fue un compositor, pianista, director de orquesta y profesor del antiguo Arzobispado de Salzburgo.

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  • Para mí siempre es gran consuelo recordar que el Señor, a quien me he aproximado con humilde fé, me mirará con amor y compasión en el cielo.



  • En el cielo, directamente después de Dios, viene un papá.



  • Si el emperador me quiere, que me pague, pues sólo el honor de estar con él no me alcanza.



  • Es un gran consuelo para mí recordar que el Señor, a quien le había acercado en la fe humilde y como un niño, ha sufrido y ha muerto por mí, y que se verá en mí en el amor y la compasión.



  • Lo más necesario, difícil y principal en la música, es el tiempo.



  • No me interesa la alabanza o crítica, me basta con seguir mis propios sentimientos.



  • La música es el único camino hacia lo trascendente.



  • La melodía es la esencia de la música.



  • En una ópera, la poesía por fuerza ha de ser hija obediente de la música.



  • Nadie puede medir sus propios días, hay que resignarse. Sucederá como desee la providencia.



  • La muerte, para llamarla por su nombre, es la real finalidad de nuestra vida. Por ello es que de unos años a esta parte he hecho relación con esta verdadera amiga del hombre.



  • Sólo hay una cosa peor que una flauta, dos flautas.



  • Un cura es capaz de cualquier cosa.



  • Ni una inteligencia sublime, ni una gran imaginación, ni las dos cosas juntas forman el genio; amor, eso es el alma del genio.



  • Es un error pensar que la práctica de mi arte se ha vuelto fácil para mí. Le aseguro, querido amigo, nadie estudia tanto como yo.



  • Después de Dios está papá.



  • Dadme el mejor piano de Europa, pero con un auditorio que no quiere o no siente conmigo lo que ejecuto, y perderé todo el gusto por la ejecución.



  • Si Alemania, mi patria querida, de la cual usted sabe me siento orgulloso, no me acepta, entonces debo, en nombre de Dios, quedarme en Francia o Inglaterra y sentirme avergonzado de Alemania como nación.



  • En Salzburgo no sé quién soy, lo soy todo y a veces nada, pero yo no pido tanto, y al mismo tiempo solo pido eso - pero solo algo - ... si solo soy algo en algún otro sitio lo sabría.



  • A mi perro Pimperl dele usted una porción de tabaco español, un buen pan y tres besitos.



  • Si te contara todo lo que hago con tu querido retrato te reirías. Por ejemplo, cuando lo saco de su calabozo, le digo: ¡buen día, tesoro! , buen día, buen día; mocosa, pícara, nariz de punta, chichecito.



  • El amor protege el corazón del abismo.



  • No presto ninguna atención a los elogios o las culpas de nadie. Simplemente sigo mis propios sentimientos.



  • Ni un alto grado de inteligencia, ni imaginación, ni ambos juntos van a la creación del genio. Amor, esa es el alma del genio.