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Frases de William Shakespeare

Frases de William Shakespeare

William Shakespeare fue un poeta, dramaturgo y actor inglés, considerado como el mejor escritor en inglés y el dramaturgo más influyente del mundo. A menudo se le llama el poeta nacional de Inglaterra.

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  • Es deber de todo hombre recomendar la paciencia a aquellos que se retuercen bajo el peso de la angustia.



  • Nosotros sabemos lo que somos pero no lo que podemos ser.



  • ¿Quién es tan medroso que no llegare a atreverse a tocar el fuego en época de fríos?



  • Así es como el vivo reflejo de la voluntad natural desaparece al pálido reflejo del pensamiento.



  • Vale más tener un modesto origen y vivir satisfecho entre los humildes, que pavonearse en un enojo espléndido y revestir una tristeza de oro.



  • Me atreveré a todo lo que pueda hacer un hombre. Quien se atreva a más es insensato.



  • La sangre joven no obedece un viejo mandato.



  • Comprarla a cambio de demasiadas preocupaciones es perder la vida.



  • Cuando la hermosura es el abogado, todos los otros oradores enmudecen.



  • El oro vale por veinte oradores.



  • Ello es muy corriente: cuando los hombres se encuentran fuera de su casa, se encuentran muy contentos.



  • La clemencia que perdona a los criminales es asesina.



  • Entre la majestad y un hombre oscuro, no hay otra diferencia que la pompa visible.



  • La paz y la abundancia engendran cobardes; la necesidad fue siempre madre de la audacia.



  • Si todo el año fuera fiesta, el deporte sería tan tedioso como el trabajo.



  • Las maldiciones no van nunca más allá de los labios que las profieren.



  • La concisión es el alma del ingenio.



  • Algunas veces creo que no tengo más ingenio que cualquier cristiano o cualquier hombre del montón.



  • La brevedad es el alma del ingenio.



  • Si a cada cual se le diese su merecido, ¿qué hombre podría escapar al látigo?



  • La opinión es pura farsa; un hombre puede llevarla al derecho y al revés, lo propio que una chaqueta de ante.



  • Las empresas extraordinarias son imposibles para los que miden las dificultades según la apreciación general, imaginando que lo que otras veces sucedió, no pueda suceder de nuevo.



  • La mejor parte del valor es la discreción.



  • Fruslerías, vanas como el aire, le valen al celoso de argumentos tan sólidos como si fueran palabras de la Sagrada Escritura.



  • La mujer ligera hace pesado al marido.



  • ¡Cuán desgraciados son aquellos que no tienen paciencia! ¿Qué herida se ha curado en el acto?



  • ¡Cuán desgraciados son los que no son sufridos! ¿Qué herida se ha curado en el acto?



  • Así, la conciencia hace de todos nosotros unos cobardes.



  • La conciencia no es más que una palabra que emplean los cobardes para atemorizar a los valientes.



  • La política está por encima de la conciencia.



  • Miserable es el amor que puede ser remedio.



  • Ser o no ser; ésta es la cuestión: ¿es de más noble espíritusufrir las arremetidas y los dardos de la adversa fortuna, o, por el contrario, empuñar las armas contra un mar de adversidades, y terminar con ellas haciéndoles frente? Morir: dormir; nada más.



  • ¡Filosofía, dulce leche de la adversidad!



  • La lluvia ligera suele tener duración larga, pero las grandes tempestades son repentinas.



  • Puede uno sonreír y más sonreír.. y ser un canalla.



  • Tú quieres ser grande y no te faltaambición, pero sí la maldad que debe acompañarla.



  • El mal que hacen los hombres les sobrevive; el bien suele ir juntamente con sus huesos a la sepultura.



  • No ser de lo peor que hay, es casi estar al nivel de un elogio.



  • La cordura y la bondad parecen viles a los viles; la corrupción no gusta más que de sí propia.



  • Puede uno sonreir y sonreir... y ser un canalla.