Skip to main content

Frases de Cuaresma

La Cuaresma es una época de año para los cristianos durante la cual se realizan preparativos espirituales para celebrar la Pascua. Esta época se caracteriza por ser un tiempo de reflexión, arrepentimiento, penitencia y oración. Una forma de hacer estas cosas es mediante las frases de Cuaresma. Estas frases son usadas como un recordatorio para ayudar a las personas a reflexionar sobre sus vidas y llevar un estilo de vida más centrado en Dios.

26


  • La Cuaresma es volver a descubrir que estamos hechos para el fuego que siempre arde, para Dios, para la eternidad del Cielo, no para el mundo.




  • La Cuaresma es un período de penitencia destinado a hacernos resurgir con Cristo, a renovar nuestra identidad cristiana.


  • La Cuaresma es una época de preparación espiritual para la celebración de Pascua, y muchas personas aprovechan este tiempo para reflexionar sobre los principios de la fe cristiana. En esta época, las frases de Cuaresma son inspiradoras para ayudarnos a recordar el verdadero significado del sacrificio de Cristo. Estas frases nos recuerdan que debemos hacer un esfuerzo por ser mejores personas y vivir nuestras vidas según los principios del Evangelio.



  • La oración da el golpe ganador; el servicio es simplemente recoger los pedazos.




  • La Cuaresma es el tiempo para cambiar de rumbo, para reaccionar ante el mal y la miseria.




  • Durante la Cuaresma, busquemos formas concretas de superar nuestra indiferencia.




  • La Cuaresma es una llamada a detenerse, a ir a lo esencial, a ayunar de aquello que es superfluo y nos distrae. Es un despertador para el alma.




  • Todos tenemos que mejorar, que cambiar para ser mejor, la Cuaresma nos ayuda a luchar contra nuestros defectos.




  • En la vida tendremos siempre cosas que hacer y tendremos excusas para dar, pero, hermanos y hermanas, hoy es el tiempo de regresar a Dios.




  • La Cuaresma es un tiempo para creer, es decir, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle “poner su morada” en nosotros.




  • Hola me llamo Cuaresma. Vengo a pasar contigo 40 días. Jesús también pasó 40 días en el desierto preparándose para cumplir con la voluntad de su Padre y ser un buen hijo.




  • Cuarenta días para crecer en el amor de Dios y del prójimo.




  • Pasados los días de nuestra humillación llegará el tiempo de nuestro ensalzamiento.




  • ¡No dejemos transcurrir en vano este tiempo favorable de la Cuaresma! Pidamos a Dios que nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión.




  • La Cuaresma es el tiempo favorable para renovarnos encontrando a Cristo vivo en su Palabra, en los Sacramentos y en el prójimo.




  • La cuaresma es un abajamiento humilde en nuestro interior y hacia los demás.




  • La ceniza sobre la cabeza nos recuerda que somos polvo y al polvo volveremos. Pero sobre este polvo nuestro Dios ha infundido su Espíritu de vida.




  • La Cuaresma es un tiempo de gracia, un tiempo para convertirse y vivir en coherencia con el bautismo.




  • La vida en este mundo es tiempo de nuestra humillación; no otra cosa simboliza estos días.




  • Se nos presentan personas necesitadas, y también nosotros lo somos; demos, pues, para recibir.




  • Hoy, Miércoles de Ceniza, comienza el camino cuaresmal. Les deseo a todos ustedes que vivan este tiempo con auténtico espíritu penitencial y de conversión, como un regreso al Padre que nos espera a todos con los brazos abiertos.




  • La providencia de Dios nos ofrece cada año la Cuaresma: la posibilidad de volver al Señor con todo el corazón y con toda la vida.




  • ¿Qué decir ahora de aquella obra de misericordia que no comporta sacar nada ni de la despensa ni de la cartera, sino sólo extraer del corazón lo que comienza a ser más dañino si queda ahí dentro que si sale fuera?




  • La Cuaresma es un tiempo propio para las renuncias. Privémonos cada día de algo para ayudar a los demás.




  • Vive siempre así, ¡oh cristiano!, en este mundo. Si no quieres hundir tus pasos en el fango de la tierra, no desciendas de esta cruz.




  • Al comenzar la Cuaresma nos hará bien pedir la gracia de custodiar la memoria de todo lo que el Señor ha hecho en nuestras vidas, de cuánto nos ha amado.




  • El Padre que nos llama a volver es aquel que sale de casa para venir a buscarnos; el Señor que nos cura es aquel que se dejó herir en la cruz; el Espíritu que nos hace cambiar de vida es aquel que sopla con fuerza y dulzura sobre nuestro barro.




  • La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo.




  • La apariencia exterior, el dinero, la carrera, los pasatiempos: sirenas que nos encantan y luego nos envían a la deriva. La Cuaresma es un tiempo de gracia para liberar el corazón de las vanidades.




  • Cuantos se abstienen de carnes para buscar otros manjares de más delicada preparación y de mayor precio, caen en un grave error. Eso no es abrazar la abstinencia, sino cambiar el objeto del placer.




  • Dios nunca se cansa de perdonarnos; somos nosotros los que nos cansamos de buscar su misericordia.




  • Una de las típicas frases en tiempo de cuaresma. El miércoles de ceniza, con la imposición de la ceniza en la frente de los fieles, marca el inicio de la cuaresma. Este acto constituye una invitación a la conversión y a la penitencia. ¿Qué mejor manera de comenzar la Cuaresma? Renovamos la fe, la esperanza, la caridad. En este artículo, podrás descubrir otras Frases de Dios cortas.




  • La cuaresma es un viaje que implica toda nuestra vida, todo lo que somos. Es el tiempo para verificar las sendas que estamos recorriendo, para volver a encontrar el camino de regreso a casa, para redescubrir el vínculo fundamental con Dios, del que depende todo.




  • La cultura de la apariencia, que nos induce a vivir para las cosas pasajeras, es un gran engaño. Porque es como una llamarada: una vez apagada, quedan solo las cenizas.




  • Contra la dejadez, esté alerta la memoria; contra la obstinación, la misericordia, y contra la vergüenza soberbia, la prudencia humilde.




  • Si no hay Viernes Santo en tu vida, no puede haber Domingo de Pascua.




  • Tenéis el deber de ofrecer a Dios obras que vayan de acuerdo con estos días del calendario.




  • La Cuaresma es un tiempo para acercarse a Cristo por medio de la Palabra de Dios y los sacramentos.




  • La humildad de Cristo nos enseña a ser humildes, porque él al morir cedió ante los impíos; su grandeza nos hace grandes, porque él al resucitar precedió a los justos.




  • Añadamos a nuestras oraciones la limosna y el ayuno, cual alas de la piedad con las que puedan llegar más fácilmente hasta Dios.




  • El viaje de regreso a Dios se dificulta por nuestros apegos malsanos, se frena por los lazos seductores de los vicios, de las falsas seguridades del dinero y del aparentar, del lamento victimista que paraliza. Para caminar es necesario desenmascarar estas ilusiones.