La ausencia de quien amamos es peor que la muerte y frustra la esperanza de forma más severa que la desesperanza.
Me compadezco de los hombres tÃmidos que sienten el dolor del desprecio y el desdén inmerecido, y llevan marcas en una cara sonrojada, de vergüenza innecesaria y deshonra autoimpuesta.
La ciencia es orgullosa por lo mucho que ha aprendido; la sabidurÃa es humilde porque no sabe más.
Alejarnos de los que amamos es peor que la muerte; y una esperanza frustada es más dura que la desesperación.
La falta de ocupación no significa descanso; un espÃritu totalmente desocupado es un espÃritu lleno de aflicción.
La locura y la inocencia son tan semejantes, que la diferencia, aunque esencial, es difÃcil de apreciar.
La ciencia y la sabidurÃa, lejos de ser una misma cosa, no tienen entre sà a menudo conexión alguna.
Evitad las decisiones desesperadas; pasará el dÃa más tenebroso si tenéis valor para vivir hasta el dÃa siguiente.