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Frases de Vejez

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  • La perpetua juventud está en las fuentes, no en los frascos, en los toneles ni en las bodegas.




  • La sabiduría de los ancianos es un gran error. No se hacen más sabios sino más prudentes.




  • La senectud nos traza más arrugas en el espíritu que en el rostro.




  • La única patria que tiene el hombre es su infancia.




  • La vejez es la pérdida de la curiosidad.




  • La vejez es una condena sin derecho a recurso.




  • La vejez es una defunción en pequeños trozos.




  • La vejez es una enfermedad como cualquier otra en la cual al final uno se muere irremisiblemente.




  • La vejez no es triste porque cesen nuestras alegrías, sino porque terminan nuestras esperanzas.




  • La vejez no mejora el corazón: lo endurece.




  • La vejez no podría soportarse sin un ideal o un vicio.




  • La vejez no roba al hombre dotado de talento sino aquellas cualidades inútiles a la sabiduría.




  • La vejez nos arrebata lo que hemos heredado y nos da lo que hemos merecido.




  • La vejez tiene bastantes torpezas propias; no le añadamos la vergüenza del vicio.




  • La vejez tiene dos ventajas: dejan de dolerte las muelas y se dejan de escuchar las tonterías que se dicen alrededor.




  • La vieja madera se enciende fácilmente, y más que las verdes ramas, se inflama y brilla.




  • Las canas no hacen más viejo al hombre cuyo corazón no tiene edad.




  • Las mujeres y la música nunca deben tener fecha.




  • Lo más triste de envejecer es carecer de mañana.




  • Lo que mejor sienta a la juventud es la modestia, el pudor, el amor a la templanza y la justicia. Tales son las virtudes que deben formar su carácter.




  • Los ancianos se asemejan a aquellos librotes viejos y por lo común apolillados, podridos y mal encuadernados que tantas cosas excelentes contienen.




  • Los ancianos tienen tanta necesidad de afectos como de sol.




  • Los años no hacen sabios; no hacen otra cosa que viejos.




  • Los consejos de la vejez iluminan sin calentar, como el sol de invierno.




  • Los cuarenta son la edad madura de la juventud; los cincuenta la juventud de la edad madura.




  • Los defectos del espíritu, como los del rostro, aumentan al envejecer.




  • Los hombres de talento, al llegar a los cincuenta años, hacen con mucha seriedad cosas de las que a los veinticinco se habrían reído.




  • Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos.




  • Los jóvenes sólo pueden entenderse entre ellos. Es muy difícil que una persona mayor escuche y comprenda a un joven.




  • Los jóvenes y los criados son los más difíciles de manejar. Si los tratáis con familiaridad, se tornan irrespetuosos; si los ponéis a distancia, se resienten.




  • Los niños usan los puños hasta que alcanzan la edad en que pueden usar el cerebro.




  • Los primeros cuarenta años proporcionan el texto; el resto de la vida, los comentarios.




  • Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes.




  • Los viejos lo creen todo, los de edad media lo suponen todo, los jóvenes lo saben todo.




  • Más que la muerte es de temer la vejez.




  • Nadie es tan viejo que no crea poder vivir otro año más.




  • No deben preocuparnos las arrugas del rostro, sino las del cerebro.




  • No es perfecta la vida que no se ha vivido con sentimiento durante la juventud, con lucha en la madurez y con reflexión en la vejez.




  • No existen viejos dichosos, sólo viejos resignados.




  • No hay cosa más incierta que el número de años de las señoras que se dicen de cierta edad.