Frases de T. Harv Eker

Es un escritor, empresario y orador motivacional canadiense.

Entrenar y manejar tu propia mente es la habilidad más importante que puedas tener, tanto en términos de felicidad como de éxito.
El tamaño del problema nunca es el problema, ¡lo que importa es el tamaño de usted!
Repite conmigo: Soy un excelente receptor. Estoy abierto y dispuesto a recibir grandes cantidades de dinero en mi vida.
Quejarse es lo peor que puedes hacer por tu salud o tu riqueza. ¡Lo peor! ... Durante los próximos siete días, te reto a que no te quejes en absoluto.
Las personas ricas eligen que se les pague en función de los resultados (%). Las personas pobres eligen que se les pague en función del tiempo.
Recuerda, tu lema es, si ellos pueden hacerlo, yo puedo hacerlo.
Recuerde, o controla su dinero o el lo controlará a usted.
El dinero es un resultado. La riqueza es un resultado. La salud es un resultado. Tu peso es un resultado. Vivimos en un mundo de causa y efecto.
Es una aritmética simple: Tus ingresos solo pueden crecer en la medida en que tu lo haces.
Normalmente de la manera en cómo te desempeñas en un campo, lo haces en los demás.
Si está dispuesto a hacer solo lo que es fácil, la vida será difícil. Pero si está dispuesto a hacer lo que es difícil, la vida será fácil.
Si aún no tienes las habilidades para la administración del dinero, usar una tarjeta de débito asegurará que no gaste de más y acumules deudas en una tarjeta de crédito.
Los ricos piensan ambas cosas. La gente pobre piensa o una cosa o la otra.
Cuanto más aprendes, más ganas … ¡y puedes llevar eso al banco!.
Los ricos tienen su dinero trabajando duro para ellos. Los pobres trabajan duro por su dinero. Diferencia entre trabajo duro vs trabajo inteligente.
Si tu motivación para adquirir dinero o éxito proviene de una raíz no solidaria como el miedo, la ira o la necesidad de probarse, tu dinero nunca te traerá felicidad.
La acción es el puente entre el mundo interior y el mundo exterior. Aprende a tomar acción masiva.
Cuando te quejas, te conviertes en un imán de la porquería que vive y respira.
El único momento en el que realmente estás creciendo es cuando te sientes incómodo.
Hacerte rico no se trata tanto de hacerte rico financieramente, sino de en quién te conviertes, en carácter y mente.
Si disparas a las estrellas, al menos golpearas la luna.
Independientemente de los resultados que obtengas, ya sean ricos o pobres, buenos o malos, positivos o negativos, recuerda siempre que tu mundo exterior es un reflejo de tu mundo interior.
Si quieres cambiar la fruta, tienes que cambiar las raíces.
La ley de ingresos: se te pagará en proporción directa al valor que entregues de acuerdo con el mercado.
Tu campo de concentración determina lo que encuentras en la vida.
No es suficiente estar en el lugar correcto en el momento adecuado. Tienes que ser la persona correcta en el lugar correcto en el momento correcto.
Si deseas hacer un cambio permanente, deja de enfocarte en el tamaño de tus problemas y comienza a enfocarte en tu propio tamaño.
Si eres inseguro, ¿adivina qué? El resto del mundo también lo es. No sobreestimes a la competencia ni te subestimes a ti mismo. Siempre somos mejores de lo que pensamos.
Las personas ricas constantemente aprenden y crecen. Los pobres piensan que ya lo saben todo.
PRINCIPIO DE RIQUEZA: Cuando la mente subconsciente debe elegir entre emociones profundamente arraigadas y lógica, las emociones casi siempre ganarán.
Puedes tener todos los conocimientos y habilidades del mundo, pero si tu» plan «no está listo para el éxito, estás financieramente condenado.
Recuerden que los pensamientos conducen a sentimientos, sentimientos conducen a acciones y las acciones conducen a resultados. Todo comienza con tus pensamientos, que son producidos por tu mente.
La clave del éxito es aumentar su propia energía; cuando lo hagas, la gente naturalmente se dejará atraer por ti. ¡Y cuando aparezcan, facturen!.
Tu mundo interior crea tu mundo exterior.
Si piensas que eres un imán de porqueria atraerás porqueria.
No hay grandes problemas, solo hay pequeñas personas.