Frases Insinuadoras

Me gustaría que tu madre supiera las ganas que tengo de que sea mi suegra.

Si tú me provocas, yo te respondo.

Perdona mi impuntualidad, me hubiera gustado llegar antes a tu vida.

¿Hubo un terremoto o fuiste tú el que sacudió mi mundo?

¿Has pensado ya dónde vamos a ir en nuestra primera cita?

Contigo quiero desnudarme hasta el alma.

Eres tan dulce que de tanto mirarte estoy ganando peso.

Sé que no me conoces. Por eso vengo a presentarme.

Desde que te he visto, no he podido pensar en otra cosa que no fuera en conocerte.

No sé bien si yo soy tu tipo pero, ¿por qué no nos damos una oportunidad para averiguarlo?

Para los días sin poesía, tu cuerpo y mis labios.

Quisiera tenerte a mi lado, o encima, no importa.

¿Y si nos damos un tiempo? Tú me das tu presente y yo te doy mi futuro.

Suéñeme, que le conviene. Suéñeme que le va a gustar.

Ya que no nos conocemos, pongamos por fin remedio.

Necesito un abogado, porque por ti he perdido el juicio.

La primavera ya ha llegado y eres la primera flor que veo.

¿Acaba de salir el sol? o ¿me has sonreído?

Te invito a dormir, o a no dormir… ¡como tú prefieras!

¿Con qué derecho te crees como para gustarme tanto?

No pierdas el tiempo buscando a tu media naranja, ¡aquí estoy!

Si te digo que tienes un cuerpo bonito, ¿lo juntarías al mío?

¿Qué hace una estrella volando tan bajo?

¡Tienes un no sé qué, que me pone no sé cómo, pero que me gusta no sabes cuánto!

Si sigo mirándote durante mucho rato necesitaré unos ojos nuevos.

Disculpa, ¿por casualidad no tendremos algún amigo en común que pueda presentarnos?

Mirándote choqué con la pared y me lastimé. Necesito tu nombre y tu teléfono para lo del seguro.

Tú provocas una hermosa sonrisa en mí que ni siquiera sabía que tenía.

No estoy dispuesto a volver a despertar sin tenerte a mi lado.

¿Me puedes pagar una copa? Al verte se me cayó la mía.

Me gustas más que el wifi gratis.

Si con mis letras te seduzco, imagínate con mis caricias.

Me gustan mucho tus ojos, sobre todo el izquierdo.

Tú y yo, tenemos muchos amaneceres pendientes.

Mi plan era no enamorarme, pero vi tu sonrisa y olvidé mis planes.

¿Podrías decirme tu nombre? Es que ayer soñé contigo, pero desperté justo cuando ibas a decírmelo.

Debes tener café en la mirada, porque verte me quita el sueño.

¿Tienes idea de cuánto pesa un oso panda? Pues creo que el peso es suficiente como para romper el hielo, ¿cuál es tu nombre?

Quiero ser ese lugar donde escapas cuando ya no sabes a dónde ir.

Debes estar muy cansado, porque no has parado de dar vueltas durante todo el día por mi cabeza.