Frases de Sociedad

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El burgués no tolera en su casa nada que no entienda.
El burgués representa el perfecto animal humano domesticado.
El horror a la vida social es una prueba de inteligencia, de tendencia a la espiritualidad.
El hombre se adentra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio.
Empieza por no tratarte con tus vecinos. Siempre es tiempo de hacer una excepción.
En el fondo son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida.
En la máquina social hay que ser motor, no rueda, personalidad, no persona.

Aprende a vivir aislado y a meditar en soledad; pero si te mezclas con la muchedumbre procura ser, como todos ellos, uno de tantos.
El hombre perfeccionado por la sociedad es el mejor de los animales; pero es el más terrible cuando vive sin ley ni justicia.
El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad.
El lujo de ser mejores que los demás hay que pagarlo: la sociedad exige un tributo que ha de pagarse en tiras de pellejo.
Formar parte de la sociedad es un fastidio, pero estar excluido de ella es una tragedia.

La fraternidad es una de las más bellas invenciones de la hipocresía social.
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La mejor manera de vivir en paz con los vecinos es no tenerlos.
La muchedumbre es juez despreciable.
La muchedumbre es la madre de todos los tiranos.
La multitud no envejece ni adquiere sabiduría; siempre permanece en la infancia.
La multitud, como el mar, es por sí misma inmóvil, es tranquila o procelosa, según sean los vientos o las auras que las conmuevan.
La sociedad es en todos los sitios una conspiración contra la personalidad de cada uno de sus miembros.

La sociedad existe para el beneficio de sus miembros, no los miembros para beneficio de la sociedad.
La sociedad nace cuando el hombre encuentra compañera.
La sociedad no puede subsistir sin recíprocas concesiones.
La sociedad no son los hombres, sino la unión de los hombres.
La sociedad se compone de dos grandes clases: los que tienen más cenas que apetito, y los que tienen más apetito que cenas.
La sociedad sería una cosa hermosa si se interesaran los unos por los otros.
La sociedad viene a ser como un navío y todo el mundo debe contribuir a la buena dirección de su timón.
La única aristocracia posible y respetable es la de las personas decentes.
La vida privada de un ciudadano debe ser recinto amurallado.
Las visitas largas producen cumplidos breves.
Lo malo no es el hombre, es la sociedad, pues está hecha para que el hombre caiga.

Los hombres no han establecido la sociedad solamente para vivir, sino para vivir felices.
Los hombres vulgares han inventado la vida de sociedad, porque les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos.
Los títulos diferencian a los mediocres, embarazan a los inferiores y son desprestigiados por los superiores.
Los títulos son condecoraciones para tontos. Los hombres grandes tienen suficiente con su nombre.
Los vecinos que uno nunca ve de cerca, son los vecinos ideales y perfectos.