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Frases de León Tolstói

Frases de León Tolstói

Fue un novelista ruso, considerado uno de los escritores más importantes de la literatura mundial.

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  • La perfección es imposible sin humildad. ¿Por qué debería luchar por la perfección, si ya soy lo suficientemente bueno?



  • Uno debe ser astuto y malvado en este mundo.



  • Para obtener el poder y retenerlo, es necesario amar el poder; pero el amor al poder no está relacionado con la bondad, sino con cualidades opuestas a la bondad, como el orgullo, la astucia, la crueldad.



  • Verá, si se esfuerza y ​​aprende para obtener una recompensa, el trabajo le parecerá duro; pero cuando trabajas … si amas tu trabajo, encontrarás tu recompensa en eso.



  • En nombre de Dios, detente un momento, cesa tu trabajo, mira a tu alrededor.



  • Toda la diversidad, todo el encanto y toda la belleza de la vida están formados por luces y sombras.



  • Una persona arrogante se considera perfecta. Este es el principal daño de la arrogancia. Interfiere con la tarea principal de una persona en la vida: convertirse en una mejor persona.



  • Un mal humor es a menudo la razón para culpar a otros; pero muy a menudo culpar a otros nos causa malos sentimientos: cuanto más culpamos a otros, peor nos sentimos.



  • Recuerda siempre que solo hay un momento importante: hoy. Aquí Ahora.



  • Ahora entiendo que mi bienestar sólo es posible si reconozco mi unidad con todos los pueblos del mundo sin excepción.



  • Sostenía que los vicios humanos no tienen sino dos puentes: la ociosidad y la superstición, y solamente dos virtudes: la actividad y la inteligencia.



  • Los hijos son tormento, y no otra cosa.



  • La mujer, amigo mío, es un ser que por más que lo estudies te resulta siempre nuevo.



  • Mi silencio les estorba. Yo era como botella al revés cuya agua no puede salir porque la botella está demasiado llena.



  • Los pobres no han reconocido ni reconocerán nunca como cosa justa el que unos disfruten sin interrupción mientras otros ayunan y sufren sin tregua.



  • El dinero no representa más que una nueva forma de esclavitud, la esclavitud impersonal, que ha sustituido a la antigua esclavitud personal.



  • Los estados necesitan ejércitos para protegerse de sus súbditos esclavizados y oprimidos.



  • No pretendo decir que la vida no merezca la pena sin ambición, pero sería aburrida.



  • Hacer una cosa sin comprenderla era una acción deshonesta, una falsedad.



  • Es más fácil escribir diez volúmenes de principios filosóficos que poner en práctica uno solo de sus principios.



  • No había ninguna respuesta, más allá de la que la vida da a las cuestiones más complicadas e irresolubles: vivir al día, o, dicho de otro modo, entregarse al olvido.



  • Cuando pienso en todos los males que he visto y sufrido a causa de los odios nacionales, me digo que todo ello descansa sobre una odiosa mentira: el amor a la patria.



  • Si hay tantas opiniones como cabezas, debe haber también tantas clases de amor como corazones.



  • Es más fácil hacer leyes que gobernar.



  • tenía tantas ganas de vivir que le costaba conformarse con el reflejo de esas vidas ajenas.



  • Antes, sucedía que el hombre de ideaslibres estaba educado en normas religiosas, en la ley y la moralidad, llegando a las ideaslibres mediante luchas y trabajos. Pero ahora surge un tipo nuevo de gente de ideaslibres que crece sin saber siquiera que existen leyes de moral y religión y que hay autoridad. Se desarrollan en la negación de todo, es decir, como salvajes.



  • En el amor sobreviene un momento en que llega a su apogeo; en ese momento no tiene nada de reflexivo ni de sensual: es sólo purezamoral.



  • No hay situación a la que el hombre no se acostumbre, especialmente si todos los que le rodean la soportan como él.



  • Constantino se esforzaba en hacer lo que había intentado durante toda su existencia y lo que había observado que otros hacían tan bien, aquello sin lo cual la vida era imposible: decir lo que no pensaba.



  • –No, no me perdonará. ¡Y lo malo es que yo tengo la culpa de todo. La culpa es mía, y, sin embargo, no soy culpa­ble. Eso es lo terrible del caso!



  • El destino es siempre imprevisible.



  • Sin el amor al prójimo el egoísmo gobierna el mundo.