Frases de Joseph Addison

Fue un escritor y político británico.

Nada tan esencial en los negocios como ser expeditivo.
En un hombre eminente es loca pretensión pensar escapar a la censura, y debilidad es ser deprimido por ella.
El saber, después de la virtud, es ciertamente lo que eleva a un hombre a mayor altura que otro.
La modestia es no sólo un ornato, sino un guardián de la virtud.
Nos estamos volviendo serios, y, dejadme decirlo, esto es un paso inmediato hacia ser aburridos.
Tres cosas esenciales para ser feliz: tener algo que hacer, algo que amar y algo que esperar.
Nada es más grato al espíritu del hombre que el poder de la dominación.
Lo que me quede de vida, no quiero vivirlo en vano.
No está en manos de nosotros los mortales mandar en el éxito; pero podemos hacer más, Sempronio: merecerlo.
El vino trueca la indiferencia en amor, el amor en celos, y los celos en enajenación y locura.
Un espíritu alegre es la mayor bendición de que un hombre es capaz en este mundo. Y si en este mundo tal felicidad surge del sometimiento de los propios deseos, en el otro vendrá de su cumplimiento.
Algunas virtudes sólo aparecen en medio de la aflicción, y otras sólo en la prosperidad.
Estas viudas, señor, son las más perversas criaturas del mundo.
La lealtad es la base de todas las relaciones.