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Cuando los hombres se tornan virtuosos en la vejez, no hacen sino sacrificar a Dios las sombras de lo sacrificado al diablo.
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La mayor parte de las diversiones a que se entregan los hombres, los niños y otros animales son imitaciones de la lucha.
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Los viejos y los cometas han sido venerados por las mismas razones: por su larga barba y por la pretensión de procedir los acontecimientos.
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Nunca he visto, oído ni leído, que el clero había querido en cualquier país donde el cristianismo fue la religión del país. Nada puede hacer que los populares, pero un cierto grado de persecución.
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El interés es el estímulo de la gente, pero la gloria que la de las grandes almas. La invención es el talento de los jóvenes, y el juicio de su edad.
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La libertad de conciencia se entiende hoy día, no sólo como la libertad de creer lo que uno quiera, sino también de poder propagar esa creencia.
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Cuando aparece un gran genio en el mundo, puedes conocerlo por este signo; todos los necios se conjuran contra él.
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La paciencia alivia, a medida que la impaciencia aumenta, el dolor; por lo tanto, las personas fuertes sufrirán menos que las que den paso a la irritación.
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Nada más descalificado para que el hombre actúe con prudencia que una desgracia acompañada de vergüenza y culpa.
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Un espíritu pobre es más pobre que un bolso pobre. Unas pocas libras al año aliviarían a un hombre del escándalo de la avaricia.
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La ambición suele llevar a las personas a ejecutar los menesteres más viles. Por eso, para trepar, se adopta la misma postura que para arrastrarse.
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Cuando aparece un gran genio en el mundo, se puede reconocer por esta señal: todos los mentecatos se confabulan contra él.
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