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Frases de John Ruskin

Frases de John Ruskin

Fue un escritor, crítico de arte, sociólogo, artista y reformador social​ británico.

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  • No pienses que es tiempo perdido para someterte a cualquier influencia que te traiga algún sentimiento noble.



  • Desterrar la imperfección es destruir la expresión, comprobar el esfuerzo, paralizar la vitalidad.



  • Un poco de pensamiento y un poco de amabilidad a menudo valen más que una gran cantidad de dinero.



  • La Naturaleza guarda bajo llave sus mejores secretos, hasta que alguno se acerca a investigarla reverentemente.



  • La grandeza no se enseña ni se adquiere: es la expresión del espíritu de un hombre hecho por Dios.



  • La calidad nunca es un accidente; siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia.



  • El que tiene la verdad en el corazón no debe temer jamás que a su lengua le falte fuerza de persuasión.



  • La facultad de degradar las obras divinas es llamada por los pintores su imaginación.



  • El Sol es delicioso, la lluvia es refrescante, el viento nos prepara, la nieve es estimulante. Realmente no hay tal cosa como el mal tiempo, sólo diferentes tipos de buen tiempo.



  • La mejor plegaria al empezar el día es pedir que no perdamos ninguno de sus momentos.



  • Lo que pensamos, lo que sabemos, lo que creemos, a fin de cuentas, es de poca importancia. Lo único realmente trascendente es lo que hacemos.



  • Cuando un hombre está envuelto en sí mismo, hace un paquete bastante pequeño.



  • Perder de mala manera el dinero constituye generalmente un verdadero delito; pero adquirirlo de mala manera es peor; aunque lo peor de todo es derrocharlo.



  • Una infinidad de ternura es el principal don y la herencia de todos los hombres verdaderamente grandes.



  • La vulgaridad sólo se encuentra en el ocultamiento de la verdad o en la afectación.



  • Cuanto más alto está un hombre tanto más ininteligible le resulta la palabra «vulgar ».



  • Quien alberga la verdad en su corazón no debe temer que le falte a su lengua fuerza de persuasión.



  • En verdad, cualquier ayuda que podamos prestar a otro en este mundo, es una deuda contraída con él.



  • Nunca impone Dios una obligación sin dar tiempo para cumplirla.



  • La paciencia que sonríe a la adversidad, está en pie casi siempre, o bien anda o tal vez corre; rara vez está sentada.



  • La fuerza y la gloria de toda criatura y de todo, en suma, consiste en su obediencia y no en su libertad.