Frases de Indiferencia

Las hipócritas seguridades de la caridad oficial dejan al egoísmo la ventaja de mantenerse indiferente, sin parecer cruel.

Si me hubiese pegado una coz un asno, ¿Le denunciaría?

Las frases de indiferencia son expresiones usadas para demostrar desinterés o desapego hacia algo o alguien. Estas frases se caracterizan por ser frías, cortantes y abiertamente honestas. Algunas personas las usan para alejarse de situaciones incómodas o de relaciones tóxicas sin necesidad de herir los sentimientos de nadie. Otras veces, son usadas como una forma de manipulación en la cual el objetivo es eliminar todo sentimiento del receptor.

Cuando en un gobierno, al hablarse de cosa pública, cada uno dice ¿Qué me importa? la cosa pública está perdida.

El león nunca se preocupa por las opinión de las ovejas.

Cuanto mayor es una empresa, mayor suele ser el número de cerebros desmotivados.

El matrimonio, al contrario de la fiebre, comienza con calor y termina con frío.

Ese tu gesto que parece como de vil resignación, es de una sabia indiferencia y de un orgullo sin rencor.

Sin preocuparse de que están sentenciadas, las pobres víctimas juegan. Ni presienten sus males venideros, ni miran más allá del día de hoy.

Resulta particularmente alarmante que hoy en día casi una cuarta parte de todos los niños viva en la pobreza. No hacer nada para paliar su situación es una decisión política que tendrá consecuencias a largo plazo para nuestro país.

La grandeza de alma no se demuestra por el hecho de abarcar las cosas pequeñas, sino porque, bajo su influencia, lo pequeño se hace grande. El que no puede interesarse en los objetos pequeños, no podrá tener en lo grande sino un falso interés.

Conseguir que te llegue a querer alguien que te desprecia o a quien le eres indiferente es bastante más difícil que tumbarlo a porrazos. Los hombres pegan por impotencia. Creen que pueden conseguir por la fuerza lo que no son capaces de conseguir con la ternura, con la inteligencia.

Uno no se hace grande más que midiendo la pequeñez de su dolor.

Creía que la Universidad sería diferente del resto del mundo, pero veo que pasa como en todas partes: la gente trata de satisfacer a unos capullos groseros y pedantes como Ambrose, mientras que a las buenas personas como Simmon no les hacen caso por simplonas.

Negar a gritos es una especie de afirmación, pues no se grita ante la indiferencia.

Vivir resistiéndose, día a día, a las ventajas de la adulación y la mendacidad, es sentar plaza vitalicia de héroe.

La posesión de la riqueza tiene lazos invisibles en donde el corazón se enreda facilmente.

En tiempos peligrosos, no hay mayor pecado que la pasividad.

Desconfía igualmente de aquel a quien no inmutan las injurias, como del que busca rápidamente las alabanzas.

Si las acciones humanas pueden ser nobles, vergonzosas o indiferentes, lo mismo ocurre con los placeres correspondientes. Hay placeres que derivan de actividades nobles, y otros de vergonzoso origen.

Probablemente los asnos se rían de ti, pero no te importa. Así, a mí no me importa que los demás se rían de mi.

No me importa ni del vulgo ni de la fortuna.

Adelgacé y mi aspecto físico empeoró. Dormía bajo la lluvia o bajo el sol, sobre la blanda hierba, sobre la húmeda tierra o sobre las piedras con una indiferencia que solo el sufrimiento puede proporcionar.

¿Te asombras de que otros pasen junto a ti y no sepan, cuando tú pasas junto a tantos y no sabes, no te interesa, cuál es su pena, su cáncer secreto?

Mas los ministros [parlamentarios] jamás se detienen en su camino, y como se crean una nación para su uso particular, hacen poco caso de la nación verdadera.

Las cositas de este mundo muchos las toman a pecho ; yo las tomo con la mano y a la espalda me las echo.

Viajar es el paraiso de los necios. Nuestro primer viaje nos descubre la indiferencia de los lugares.

Vivimos sin sentir el país a nuestros pies, nuestras palabras no se escuchan a diez pasos.

Me acuso de no amar sino muy vagamente una porción de cosas que encantan a la gente.

¿Hasta qué punto es responsable de sus actos una persona abandonada, sin recursos ni capacidad específica, enloquecida por los malos tratos, la indiferencia y la imposibilidad de alimentar a los suyos?

Alguien dijo una vez, que lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Y yo no sé si soy un hombre bueno, pero de lo que estoy seguro es que no quiero ser de los que no hacen nada.

De las honras y las deshonras que vengan del vulgo, haz la misma cuenta; note entristezcas por éstas ni te alegres por aquéllas.

Quizá, cuando uno tenía ochenta años, sólo se atenía a las costumbres, porque al haberse ya desinteresado el cuerpo de la sexualidad y la mente de la reflexión, las cosas pequeñas de la vida contaban más que las grandes y, finalmente, uno iba convenciéndose lentamente de que lo único cierto era que nada importaba.

No pueden acostumbrarse a la completa indiferencia ante lo que les rodea que caracteriza a las razas nómadas.

La caridad cristiana nos manda pasar de largo ante las injurias; y la prudencia, dejar que ellas pasen de largo ante nosotros.

No me preocupa la muerte,me disolveré en la nada.

Se ha desarrollado una globalización de la indiferencia.

Perseverar en el cumplimiento del deber y guardar silencio es la mejor respuesta a la calumnia.

El círculo de cosas que nos son indiferentes es mucho más reducido y anómalo de lo que a primera vista parece.

¿Sabéis qué es el perdón? La indiferencia por aquello que no nos concierne.

Es mejor sufrir las consecuencias del mal que quedarse quieto y no hacer nada.