Frases de Hermann Hesse

Fue un escritor, poeta, novelista y pintor alemán, naturalizado suizo en 1924.

Si podemos hacer a alguien más alegre y feliz, deberíamos hacerlo en cualquier caso.
No es nuestro propósito convertirnos el uno en el otro; es reconocerse, aprender a ver al otro y honrarlo por lo que es.
Si sé lo que es el amor, es por ti.
Escribir está bien, pensar es mejor.
Ninguna doctrina me enseñará nada desde hoy. Seré mi propio alumno y de mí solo aprenderé
Para que surja lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible.
Como cuerpos, todos somos solteros; como almas, nadie lo es.
Dices que tenemos libre albedrío, pero también aseguras que uno no tiene más que concentrar su voluntad sobre un objetivo para conseguirlo. Ahí hay una contradicción. Si no soy dueño y señor de mi voluntad, tampoco puedo concentrarla libremente sobre esto o aquello.
Nunca he perdido el sentimiento de contradicción que hay detrás de todo conocimiento.
Al envejecer uno se siente más contento que en la propia juventud, lo cual no reprenderé porque en todos mis sueños oigo mi juventud como una canción maravillosa que ahora suena más armoniosa de lo que era en realidad y aún más dulce.
Cuando alguien que de verdad necesita algo lo encuentra, no es la casualidad quien se lo procura, sino él mismo. Su propio deseo y su propia necesidad le conducen a ello.
Hacer versos malos depara más felicidad que leer los versos más bellos.
Los libros sólo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles.
La divinidad está en ti, no en conceptos o en libros.
La madurez consiste en saber cuál es la decisión correcta sin importar cuán difícil pueda ser tomarla.