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Frases Haruki Murakami

Frases Haruki Murakami

Es un escritor y traductor japonés, autor de novelas, relatos y ensayos.

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  • Esta inquietud me invade de vez en cuando, y me siento como si, de alguna manera, me hubieran reconstruido a partir de dos rompecabezas diferentes.



  • Su corazón, al igual que el mío, estaba marcando el tiempo asignado a su pequeño e inquieto cuerpo.



  • No existe la escritura perfecta, como tampoco existe la desesperación perfecta.



  • Pero no sólo son hermosas: las estrellas son como los árboles del bosque, están vivas y respiran. Y me observan.



  • Supongo que me sentí apegado a mi debilidad. Mi dolor y sufrimiento también. Luz de verano, olor a brisa, sonido de cigarras, si me gustan estas cosas, ¿por qué debería disculparme?



  • Puedo soportar cualquier dolor siempre y cuando tenga significado.



  • Siempre es mejor que la gente hable cara a cara, con el corazón en la mano. De lo contrario acaban surgiendo malentendidos. Y los malentendidos, ¿Sabe?, son una fuente de infelicidad...



  • Esas heridas en el corazón probablemente nunca sanarán. Pero no podemos simplemente sentarnos y mirar nuestras heridas para siempre.



  • Precipitado como el clima, apareció de algún lugar, luego se evaporó, dejando solo el recuerdo.



  • En su expresión había algo que atraía a los demás. Algo lleno de sensualidad, como si -esto, por supuesto, lo pensé más tarde- fuera pelando con dulzura, capa a capa, el corazón de las personas.



  • El conocimiento y la habilidad eran herramientas, no cosas para presumir.



  • ¿No tienes miedo de morir? Realmente no. He visto morir a muchas personas inútiles que no sirven para nada, y si personas así pueden hacerlo, entonces debería ser capaz de manejarlo.



  • Nadie va a ganar todo el tiempo. En la carretera de la vida no siempre puedes estar en el carril rápido.



  • Cuando salgas de la tormenta, no serás la misma persona que entró. De eso se trata esta tormenta.



  • Me muevo, luego existo.



  • Detesto a mucha gente y mucha gente me detesta a a mi , pero también hay personas que me gustan, me gustan mucho. y no tiene nada que ver con que me correspondan. Yo vivo así. No quiero ir a ninguna parte. No necesito la inmortalidad.



  • Personas imperfectas ordinarias, siempre eligen personas igualmente imperfectas como amigos.



  • Lo que buscamos es algún tipo de compensación por lo que soportamos.



  • No me hagas daño. Bastante me han herido ya a lo largo de mi vida. No quiero que me hieran nunca más. Quiero ser feliz.



  • Yo soy yo, el es yo, atardecer de otoño. Cuando renuncias a mi, yo existo.



  • Cuando uno se acostumbra a no conseguir nunca lo que desea, ¿Sabes qué pasa? Que acaba por no saber incluso lo que quiere.



  • Yo sé cómo la ficción es importante para mí, porque si quiero expresarme, tengo que inventar una historia. Algunas personas lo llaman imaginación. Para mí, no es imaginación. Es sólo una forma de ver.



  • Nada de esto está en tus manos. Lo veas desde el punto de vista en que lo veas, no tienes el poder de resistirte. Ya fue decidido.



  • Sea lo que sea lo que estés buscando, no llegará en la forma que esperas.



  • El cielo se hacía más oscuro, pintando azul sobre azul, un trazo a la vez, con sombras más y más oscuras de noche.



  • La muerte no es lo opuesto a la vida, sino una parte de ella.



  • La gente deja extraños recuerdos de si mismos cuando mueren.



  • Las estrellas son como los árboles en el bosque, viven y respiran. Me están mirando.



  • Tratar de averiguar su propia valía se asemejaba a calibrar una sustancia sin disponer de una unidad de medida.



  • Lo que diga la gente me da totalmente igual.



  • En algunos casos, los presentimientos toman un aspecto distinto. A veces, esta forma sustitutoria es mucho más cruda que la propia realidad.



  • Lo que nos traerá el mañana sólo lo sabremos cuando llegue ese mañana.



  • Las cosas de este mundo siempre te salen por donde menos te esperas. Precisamente por eso es interesante vivir.



  • El problema es que, a pesar de no haber corrido muy en serio últimamente, ha empezado a dolerme la rodilla. Y, como ocurre con la mayoría de los problemas de esta vida, se ha presentado sin previo aviso.