Frases de Franklin D. Roosevelt

El egoÃsmo es el único ateÃsmo real, la aspiración, el altruismo, la única religión verdadera.
La prueba de nuestro progreso no es si nos unimos a la abundancia de quienes tienen más. Es si damos lo suficiente a aquellos que tienen poco.
Para ser felices tienes que enfocarte en la alegrÃa del logo como también en lo emocionante que es el esfuerzo de creatividad.
La felicidad no es la mera posesión de dinero; reside en la alegrÃa del logro, en la emoción del esfuerzo creativo.
No siempre podremos construir el futuro para nuestros jóvenes, pero podemos construir jóvenes para el futuro.
El único lÃmite para nuestros logros en el mañana son las dudas que tenemos hoy. Avancemos con una fuerte fe.
En nuestra búsqueda de progreso económico y polÃtico, todos vamos para arriba - o de lo contrario todos vamos hacia abajo.
En nuestras ambiciones personales, somos individualistas. Sin embargo, en nuestra búsqueda de progreso económico y polÃtico, como nación, nos vamos todos o de lo contrario todo a la historia como un solo pueblo.
Favor viene porque por un breve momento en el gran espacio de cambio y el progreso humanos algún propósito humano en general se encuentra en él una realización satisfactoria.
Más que un fin a la guerra, queremos acabar con el principio de todas las guerras - sÃ, el fin de este método brutal, inhumano y completamente práctico de resolver las diferencias entre los gobiernos.
Creo que consideramos demasiado la suerte de la reserva anticipada y no es suficiente la mala suerte de principios del gusano.
La democracia no puede tener éxito a menos que los que expresan su elección se preparan para elegir sabiamente. La verdadera salvaguardia de la democracia, por lo tanto, es la educación.
No olvidemos nunca que el gobierno es nosotros mismos y no un poder extraño sobre nosotros. Los gobernantes últimos de nuestra democracia no son un presidente y los senadores y congresistas y funcionarios del gobierno, pero los votantes de este paÃs.
Agricultores prósperos significa más empleo, más prosperidad para los trabajadores y los hombres de negocios de todas las áreas industriales en todo el paÃs.
Pero mientras parlotean de las leyes económicas, los hombres y las mujeres se mueren de hambre. Tenemos que echar mano del hecho de que las leyes económicas no son hechas por la naturaleza. Están hechas por los seres humanos.
Ponga dos o tres hombres en posiciones de autoridad en conflicto. Esto obligará a trabajar en desacuerdo, que le permite ser el árbitro final.
No siempre podemos construir el futuro de nuestra juventud, pero podemos construir nuestros jóvenes para el futuro.
La felicidad no se encuentra en la posesión de dinero, se encuentra en la alegrÃa de lograr algo, en la emoción del esfuerzo creativo.